A pesar del alto nivel de adopción de pagos alternativos entre los consumidores malayos (111 transacciones de pago electrónico per capita en 2017 —una cifra que previsiblemente aumentará a 200 en 2020), el Estudio del Consumidor Bancario 2020 de VMware indica que el 46 % de los consumidores aún son escépticos respecto de las billeteras electrónicas y de las aplicaciones de pago, y tienen dudas sobre su seguridad. Esta cifra aumenta al 53 % cuando se habla de dispositivos inteligentes con capacidades de pago. El estudio revela una fuerte preferencia por los métodos tradicionales de pago, ya que el 70 % de los consumidores se inclina por transferencias interbancarias por Internet, cajeros automáticos o efectivo, a diferencia de lo que sucede en los países vecinos de Indonesia, Tailandia y Filipinas.
Parte del problema radica en que los consumidores malayos carecen de buenos hábitos de higiene cibernética: El 82 % de los encuestados almacenan sus datos de cuentas bancarias en entre una y seis aplicaciones y tan solo el 25 % usa diferentes contraseñas para todas sus cuentas, lo que da lugar a casos de fraude y pérdidas para los bancos. Sin embargo, la tasa de adopción de métodos de pago sin dinero en efectivo está en aumento en Malasia.
En última instancia, los bancos y las instituciones de servicios financieros necesitan dar impulso a la infraestructura de redes y proteger sus aplicaciones, datos y usuarios en diversos entornos de nube. Los bancos vanguardistas ya han comenzado a introducir sistemas biométricos de pago, y el 71 % de los consumidores confía en su seguridad tanto como en los pagos en efectivo.