Los canadienses protestan contra el desmantelamiento de cajeros
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Los canadienses de zonas rurales están empezando a protestar contra una oleada de cierres de sucursales bancarias y cajeros automáticos.
En efecto, a principios del mes de abril, los residentes de Ripon, Quebec, se reunieron en una iglesia local para protestar contra el cierre del cajero de Desjardins. La cooperativa de crédito se defiende afirmando que el uso del cajero se ha reducido un 13 % desde 2015, pero los residentes se quejan de que la función de una cooperativa de crédito, a diferencia de la de un banco, es responder a las necesidades de los municipios a los que representan.
Los residentes de Ripon consiguieron recoger 2000 firmas en contra del cierre del cajero automático. “Soy presidente de una cooperativa y creo que, por definición, las cooperativas están concebidas para funcionar en armonía con sus socios, no contra ellos”, afirma el presidente de la Coopérative de Solidarité Place du Marché, Vincent Ouellette-Destroismaisons, para La Presse [[en francés]. De hecho, Desjardins cerró el único cajero automático del municipio sin previo aviso en diciembre de 2017, tres días antes de la apertura del mercado de Navidad, un acontecimiento muy esperado donde la mayoría de las transacciones se realiza en efectivo.
Los habitantes de otros municipios de la comarca también han unido fuerzas para protestar contra las acciones de la cooperativa de crédito. El alcalde de Ham-Nord, una localidad de 850 habitantes, señala que su pueblo recogió más de 1200 firmas en colaboración con otros cuatro municipios, pero a pesar de estos esfuerzos, Desjardins se ha negado a reconsiderar su decisión.
Estas medidas se producen en un momento en que la cooperativa de crédito está generando beneficios. De hecho, Guy Cormier, presidente del Movimiento Desjardins, afirma que el banco obtuvo plusvalías por valor de 2150 millones, un 21 % más que el año anterior, mientras que los ingresos han aumentado un 9 % hasta alcanzar 15 400 millones.
Los clientes lamentan la actitud de la cooperativa de crédito, que no está teniendo en cuenta las necesidades de los residentes en zonas rurales y remotas. Los alcaldes locales llegaron incluso a presentar una propuesta para asumir los costes de operación del cajero o compartir los costes de un servicio de ventanilla, pero hasta la fecha Desjardins no ha aceptado ninguna de las dos.
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