Más de la mitad de los pagos en Canadá se realizan en efectivo, lo que lo convierte en el método de pago más utilizado en el país. En comparación, el 31 % de los canadienses utiliza tarjetas de débito y el 19 %, de crédito. Se utiliza un método de pago u otro en función del importe. El efectivo es la forma de pago preferida para compras pequeñas, mientras que las tarjetas de débito y crédito se utilizan normalmente para transacciones con importes medios y altos, respectivamente.
También se ha constatado que las tarjetas de crédito han ganado popularidad gracias a los numerosos programas de fidelización, una forma eficaz de promover su uso entre los consumidores. No obstante, estas ventajas esconden ciertos costes tanto para los consumidores como para los establecimientos. Los propietarios de establecimientos canadienses gastaron cerca de 10 000 millones de dólares en comisiones de procesamiento solo en 2014, lo que supone un coste medio de 2,08 dólares por transacción. El dinero en efectivo es la herramienta de pago que menor coste de procesamiento conlleva (29 centavos), seguido inmediatamente por las tarjetas de débito (30 centavos).
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