Las tecnologías exclusivas son generalmente las que aseguran los contratos internacionales en la industria de producción de billetes y monedas. En consecuencia, es de vital importancia asegurar que la técnica propia no se está reproduciendo en ningún otro lugar.
No obstante, eso es lo que ha pasado en el contencioso entre la Real Casa de la Moneda de Canadá y la Real Casa de la Moneda de Australia. La ceca canadiense ha demandado a la australiana por utilizar una tecnología especial de impresión a color en una serie de monedas conmemorativas. Las monedas rinden tributo al libro infantil “Possum Magic” (“La zarigüeya mágica”) con 12 diseños diferentes. Se calcula que ya hay unos 15 millones de monedas en circulación, pero la casa de la moneda canadiense ha solicitado a Australia que interrumpa cualquier producción futura, pero no que retire las que ya están en circulación.
La historia se ha complicado aún más, ya que la Real Casa de la Moneda de Australia ha decidido interponer una contrademanda donde argumenta que la tecnología no es lo suficientemente nueva como para estar protegida por una patente.
Las casas de la moneda de Australia y Canadá son competidoras en un mercado nicho muy cerrado donde la innovación es crucial para la supervivencia.
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