El costo de la comodidad: Recargo ilegal en el Reino Unido
La comodidad puede tener un coste cuando se realizan pagos con tarjeta de crédito. De hecho, si bien la UE prohibió los recargos por pago con tarjeta en enero de 2018, la BBC informa que minoristas británicos, agentes de arrendamiento y una universidad fueron declarados culpables de infringir las normas.
Un recargo es una comisión adicional que las empresas cobran al cliente que paga con tarjeta de crédito o de débito en tiendas físicas o en línea. La legislación de la UE exige que las empresas dejen de cobrar a los clientes por pagar con tarjeta — un reglamento que podría redundar en ahorros de hasta 550 millones de euros por año para los consumidores de la Unión. La investigación de la BBC ha revelado que los minoristas no aplican esta norma en absoluto — muy por el contrario – y, en cambio, aplican un cargo ilegal por pago con tarjeta.
Los estudiantes de la Universidad de Hull que pagaron la matrícula anual este año usando tarjetas de crédito sufrieron un recargo de más de 170 libras respecto de los demás. Esto se instrumentó mediante un descuento del 2 % que ofrecía la Universidad a quienes pagaran sus matrículas por un medio distinto del crédito, lo que indirectamente implicaba un recargo sobre los pagos con tarjeta de crédito. La universidad devolvió el dinero inmediatamente a los estudiantes afectados, aduciendo que existió un “error”.
Un caso similar tuvo lugar en Birmingham, cuando un periodista de Inside Out se hizo pasar por un cliente que planeaba comprar un coche valorado en 4.795 £. El concesionario de coches, según la investigación de la BBC, insistió en cobrar un recargo del 3 % con tarjeta, lo que equivalía a un coste adicional de 143,85 £. Cuando se le preguntó sobre el incidente durante la cámara oculta, el vendedor de coches usados en Rose Motors dijo que el recargo se debía a “la máquina que usamos” y que todo aquel que hubiese pagado un recargo con tarjeta tenía derecho a un reembolso.
En 2017, los minoristas británicos cobraron 1.000 millones de libras anuales por pagos con tarjeta – una pérdida que el reglamento de la UE tenía por objeto evitar. Sin embargo, como muestra la investigación, no todos los minoristas han adoptado las nuevas Normas — intencionalmente o no —, lo que obliga a los consumidores a estar más atentos y denunciar los casos de abuso.
Como dice el refrán, la comodidad puede tener un coste (ilegal). Quizás sea esta otra razón por la que el dinero en efectivo sigue siendo el medio de pago más seguro.
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