El 97 % de los franceses utiliza habitualmente efectivo, un porcentaje que supera al de cualquier otro medio de pago a pesar de la crisis sanitaria y los incentivos para utilizar pagos sin contacto.

Los franceses utilizan principalmente efectivo para las pequeñas compras cotidianas (un 74 %, siete puntos más que en mayo de 2020), lo que demuestra la importancia de este medio de pago para los pequeños negocios. Además, el 79 % de los franceses está en contra de que desaparezcan los billetes y las monedas (81 % en 2019).

Según la última edición de la encuesta de IFOP para Brink’s France realizada los días 27 y 28 de octubre de 2020, el efectivo sigue siendo el medio de pago que los franceses utilizan con más frecuencia, con un 97 % (estable desde marzo de 2019). Aunque el uso de los medios de pago sin contacto ha incrementado 15 puntos desde marzo de 2019 hasta alcanzar el 86 % de la población, sigue muy por detrás del uso del efectivo y su crecimiento se ha producido a costa de la tarjeta de pago tradicional.

El efectivo es esencial para los gastos cotidianos, los donativos, los obsequios y las propinas

A pesar de la crisis sanitaria, el 74 % de las personas utiliza dinero en efectivo para pagar sus compras cotidianas, muchas veces en las tiendas locales (pan, tabaco, periódicos, etc.). Esta cifra ha incrementado 7 puntos desde mayo de 2020. El efectivo se considera “esencial” por varios motivos: para donativos, obsequios y propinas (el 87 % de los encuestados), en caso de un fallo de los sistemas informáticos (84 %), en situaciones imprevistas (84 %) o para evitar la exclusión social de los más desfavorecidos (79 %). Asimismo, el 74 % de los encuestados considera que utilizar el efectivo evita tener que compartir los datos personales.

Para la gran mayoría de los encuestados no sería deseable que el efectivo desapareciera:  El 79 % de los franceses se opone a ello (menos 3 puntos desde 2019). La desaparición del efectivo supondría un riesgo considerable de exclusión social: primero, crearía dificultades para las personas mayores (91 %), provocaría problemas para las asociaciones y las personas sin hogar (89 %), así como para las personas sin una conexión a internet suficiente (87 %).

El fraude en los pagos sin contacto podría aumentar un 20 % en 2020

Además, si el efectivo desapareciera, el 87 % de las personas se sentiría más vulnerable frente a los ciberataques. Según una encuesta de la asociación de consumidores UFC-Que Choisir realizada en octubre, el avance de los pagos sin contacto y remotos no está exento de peligros: son, respectivamente, dos y diecisiete veces más propensos al fraude que las transacciones que requieren un código PIN. En consecuencia, estas estafas podrían dispararse hasta un 20 % hasta alcanzar los 660 millones de euros en 2020.

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