La actividad inició el 30 de septiembre y millones de monedas se están distribuyendo de manera exclusiva en las 3.600 oficinas de correos australianas. Los coleccionistas deben realizar una compra y recibir la vuelta en estas monedas.
Se ha creado un sitio web específico para esta iniciativa y se organizarán diversas actividades locales mientras dure la campaña. El objetivo es animar a los niños y entusiastas de las monedas a coleccionar los 26 diseños. Tal y como señala Nicole Sheffield, de Australia Post: “Es una manera estupenda de que los abuelos conecten con sus nietos y de que todos podamos compartir nuestras propias experiencias y recuerdos con los demás, tanto aquí como con amigos y familiares que residan en el extranjero”. Para la compañía postal, la iniciativa pretende fomentar los desplazamientos a pie.
Las monedas, que se han ido emitiendo gradualmente a lo largo del mes, rinden un homenaje divertido y nostálgico a la vida australiana. Se ha creado una moneda por cada letra del alfabeto con los clásicos iconos australianos. D por diyeridú, L por lamington y Q por quokka (cuoca en inglés).
Para el Royal Australian Mint, se trata de la mayor operación de acuñado y emisión de moneda desde que se lanzó por primera vez la moneda de 1 dólar australiano en 1984. “Estamos intentando que los australianos vuelvan a percibir el valor de las monedas y su coleccionismo”, afirma Colin Dedourek, Director General de Royal Australian Mint.