En los últimos años, el comercio electrónico ha crecido para convertirse en uno de los negocios minoristas más grandes y se espera que continúe creciendo a una tasa sin precedentes. Comprar los productos en línea es cómodo y es aún mejor cuando las tiendas en línea no solo son capaces de ofrecer una amplia paleta de productos, sino también de opciones de pago.
Una parte importante de la población en el sudeste asiático no tiene acceso a tarjetas de crédito o servicios de banca por Internet. Al permitir el pago en efectivo contra entrega, los negocios en línea están accediendo a más del 73 % de la población de la región carente de servicios bancarios. En 2017, el efectivo contra entrega (COD) representó el 47 % de los pagos por compras realizadas por Internet en Filipinas; el 42,8 %, en Vietnam; y el 20,6 %, en Indonesia — de modo que el efectivo contra entrega es una de las opciones de pago más populares.
DHL ofrece ahora un servicio de pago en efectivo contra entrega, mediante el cual los consumidores pueden pagar compras internacionales realizadas en línea con efectivo, mayoritariamente para vendedores situados en China y Australia que entregan a consumidores en Malasia, Tailandia y Vietnam. Tiendas en línea como Zalora, una popular tienda por Internet y destino de moda en varios países del sudeste asiático, se enorgullece de su experiencia de compras sin complicaciones, que ofrece una variedad de métodos de pago — incluido el pago en efectivo contra entrega en puerta.
El dinero en efectivo puede ser una forma poco atractiva de pago para los comercios en línea debido a la imposibilidad de intercambiar el efectivo cuando los clientes colocan el pedido por Internet. Pero con este sistema de pago contra entrega, las empresas pueden ahora llegar a un mercado no explorado de consumidores.
Si bien el pago en efectivo contra entrega es beneficioso y tiene un impacto positivo en la circulación del efectivo, esta forma de pago en ocasiones puede ser complicada porque el consumidor debe estar presente y normalmente tener el importe exacto. Pero los beneficios restan importancia a los inconvenientes, ya que las empresas pueden ahora ampliar su base de clientes, las personas sin acceso a servicios bancarios pueden comprar en línea y los consumidores que temen las transacciones fraudulentas pueden comprar sin preocupaciones.
El pago en efectivo contra entrega nos recuerda que, a pesar del mundo digital en el que vivimos, siempre hay nuevas formas de innovar con el dinero en efectivo para garantizar que nadie quede excluido.