Las organizaciones de consumidores reclaman cada vez más a los reguladores que garanticen el acceso al efectivo a toda la población

En todos los rincones del mundo, asociaciones de consumidores, organizaciones no gubernamentales y entidades benéficas reclaman cada vez más a las autoridades que garanticen el acceso al efectivo a toda la población. En septiembre de 2019 la Asociación Europea de Consumidores BEUC publicó un informe de posición titulado Cash versus Cashless: Consumers need a right to use cash, que recomienda a la UE que tome medidas destinadas a garantizar a los consumidores el derecho no discriminatorio de acceder y utilizar el efectivo. En los Estados Unidos, la Consumer Choice in Payment Coalition (CCPC, por sus siglas en inglés) es un grupo de organizaciones empresariales y de consumidores que han unido sus fuerzas para defender la opción de los consumidores de utilizar el efectivo para pagar bienes y servicios en el mercado, así como su derecho a hacerlo. En enero, Alex Gladstein, Director General de Estrategia de la Fundación de Derechos Humanos, presentó argumentos sólidos a favor de la privacidad financiera, señalando que la falta de opciones en términos de métodos de transacción abre la puerta a la explotación ejercida por regímenes autoritarios y por el capitalismo de la vigilancia. En el año 2015 se fundó en Suecia el que posiblemente sea el grupo de consumidores en defensa del efectivo más antiguo. Se trata de Kontantuproppet, que se traduciría como "la rebelión del efectivo", y está presidido por Björn Eriksson, exjefe de la policía nacional. Este grupo reúne a una red de asociaciones y políticos, así como partes interesadas del sector y particulares. El movimiento defiende que un operador público debería garantizar el acceso al efectivo en todo el país.

Las personas mayores y vulnerables tienen dificultades para acceder al efectivo

Age UK, una entidad benéfica centrada en las personas mayores, ha escrito una carta abierta a la Autoridad de Conducta Financiera (Financial Conduct Authority, FCA) para que ayude a los clientes mayores y vulnerables con dificultades para acceder al efectivo mientras dure el confinamiento. En su carta, Age UK afirma lo siguiente: “nos acercamos a un momento crítico en la crisis…. para las personas mayores”.

La entidad benéfica pide a la FCA que considere emitir directrices que obliguen a los bancos y a las sociedades inmobiliarias a ofrecer mayor apoyo a sus clientes mayores en estos momentos, así como a compartir las buenas prácticas que han ido surgiendo hasta ahora.

Age UK acoge con satisfacción las medidas rápidas e innovadoras de muchos bancos para ayudar a sus clientes mayores contactando proactivamente a los clientes, creando líneas telefónicas de ayuda, enviando efectivo por correo y facilitando el acceso al efectivo en nombre de las personas mayores.

No obstante, muchas personas de mayor edad dependen del efectivo al ser su medio habitual para pagar toda una gama de productos y servicios esenciales, y la entidad benéfica afirma que este grupo necesita más ayuda. Age UK alerta de que las medidas ya aplicadas no tendrán demasiada utilidad para las personas mayores que tienen dificultades con los nuevos procesos; por ejemplo, aquellas que sufren enfermedades que limitan su capacidad de hablar con su banco. La falta de un método sencillo para que los clientes reciban efectivo impediría que las personas más vulnerables pudieran adquirir bienes de primera necesidad.

Planes de contingencia para personas con problemas de movilidad y para aquellas que viven en zonas aisladas

Según señala Caroline Abrahams, Directora de Actividades Benéficas de Age UK: “Muchas personas mayores dependen particularmente del efectivo y, por tanto, garantizar su suministro ininterrumpido reviste una especial importancia para ellos mientras continúe el confinamiento. En caso de surgir problemas, los planes de contingencia deben asegurar la existencia de medidas destinadas a las personas con problemas de movilidad o que vivan en zonas rurales aisladas, a fin de garantizar su acceso al efectivo”.

“Esperamos que todas las empresas puedan seguir estudiando de qué manera pueden ayudar a las personas mayores que dependen del efectivo en su vida cotidiana. La FCA también puede desempeñar una función importante supervisando qué hacen las empresas, difundiendo las buenas prácticas y emitiendo nuevas directrices para garantizar que los consumidores vulnerables reciban una ayuda apropiada cuando la necesiten”.

“Acogemos con satisfacción las medidas que tanto las empresas como la FCA ya han adoptado para ayudar a los clientes a acceder al efectivo en estas últimas semanas, pero es necesario ir más allá con el respaldo de una dirección clara de la FCA, de manera que todas las personas mayores tengan la confianza de que podrán acceder al efectivo que necesiten para hacer frente a sus gastos”.

“Asegurar que las personas mayores disponen de las monedas y los billetes que necesitan para seguir haciendo frente a sus gastos es indudablemente beneficioso para las empresas y la economía. Por tanto, cuanto antes se disponga de una serie completa de medidas para ofrecer esta garantía, mejor para todos”.

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