La rápida propagación del coronavirus también es el perfecto caldo de cultivo para estafadores que intentan sacar provecho de la situación. El Banco de la Reserva de Sudáfrica (SARB) advirtió al público el 26 de marzo de 2020 sobre estafadores que “retiran dinero contaminado con el COVID-19”.
Cuidado con los estafadores
El banco ha advertido acerca de noticias falsas con una finalidad fraudulenta, según la cual los delincuentes van casa por casa pidiéndo a la gente que les entreguen sus billetes de banco “contaminados”. “Estos delincuentes llevan una identificación del SARB falsa y entregan recibos falsos a cambio de los billetes “recogidos”, lo cuales, según ellos, pueden ser aceptados por cualquier banco.” indica el informe.
En su comunicado de prensa, el banco ha aclarado que no ha retirado ni ha impartido ninguna orden de retirar billetes de banco o monedas que pudieran estar contaminados con el COVID-19. El SARB NO enviará, en ningún caso, a empleados o a representantes para que recojan dinero en efectivo de los particulares. Si cualquier persona es abordada por individuos que pretenden ser empleados o representantes del SARB y que le piden que les entregue su efectivo, debe negarse a hacerlo y contactar con la policía local.
Aumento del número de casos… y de delitos
El número de casos confirmados en Sudáfrica ha llegado a 709 esta semana. Con el incremento del número de casos de infección por coronavirus en todo el mundo, también aumenta el número de actividades ilegales y criminales que sacan provecho de esta situación.
Los billetes de banco y las monedas no representan un riesgo de infección particular para la gente
Algunos medios de comunicación y organismos han expresado sospechas de que el dinero en efectivo contribuya a la transmisión de la enfermedad. Algunos bancos centrales, en defensa del efectivo, han manifestado que el riesgo de contagiarse con el coronavirus por contacto con el dinero en efectivo es extremadamente bajo. Además, las tiendas siguen aceptando el efectivo para mantener en marcha la economía y garantizar que los jóvenes, la gente mayor y las personas pobres, discapacitadas o excluidas del sistema financiero puedan seguir ejerciendo su poder de compra.