El uso de efectivo como instrumento de pago ha sufrido un descenso constante en países como Suecia, mientras que los ciudadanos de Canadá también se han volcado en la adopción de nuevas tecnologías de pago. El Banco de Canadá ha publicado recientemente un documento de debate titulado A Tale of Two Countries: Cash Demand in Canada and Sweden (Historia de dos países: demanda de efectivo en Canadá y Suecia), en el que se analiza el uso y la demanda del efectivo.
Antes de nada, veamos por qué se ha elegido a Suecia y a Canadá a efectos comparativos. A pesar de los miles de kilómetros que los separan, estos países presentan más similitudes de las que podríamos pensar.
El estudio ofrece un análisis exhaustivo en el que Walter Engert, Ben Fung y Björn Segendorf explican las diferencias entre la demanda transaccional de efectivo (para pagos) en cada país y la demanda de reserva de valor (para épocas de incertidumbre económica y tipos de interés negativos), con unos resultados interesantes:
Tanto Canadá como Suecia han experimentado un prolongado descenso en la demanda de billetes de bajo valor, como se muestra en los gráficos 5a y 5a anteriores, lo que refleja una caída de la demanda transaccional de efectivo en ambos países. Esta evolución tiene que ver con el comportamiento de los consumidores y con las políticas de los comerciantes relativas a los pagos en efectivo y digitales. Sin embargo, a diferencia de Suecia, la demanda de billetes de alto valor ha seguido creciendo en Canadá.
Cabe señalar, no obstante, que la situación ha cambiado recientemente en Suecia.
Del estudio se extraen tres conclusiones generales:
Lea el informe completo aquí: