Francia y Grecia toman más medidas para restringir la utilización de efectivo
En Francia, quienes soliciten asilo ya no tendrán acceso a dinero en efectivo
En Francia, el gobierno está modificando la tarjeta de pago que se otorga a los solicitantes de asilo. Desde noviembre, la tarjeta será exclusivamente una tarjeta de pago y ya no podrá usarse para retirar dinero en efectivo. Para el gobierno, el objetivo de la reforma consiste en garantizar que los beneficios se utilicen exclusivamente para el sustento de los solicitantes de asilo, y no para promover la economía informal.
Para las organizaciones no gubernamentales, la medida causará más dificultades para los solicitantes de asilo, quienes ya viven en un estado de precariedad. La asignación tiene por objetivo dar sustento a los beneficiarios mientras se tramitan sus solicitudes, las cuales pueden demorar entre seis y 18 meses. El monto es de 6,80 euros por día. Florent Guéguen, director de la Federación de actores de solidaridad, opina que la medida es “una restricción para la libre utilización de la asignación, que limita el acceso a una forma normal de vida durante el proceso de tramitación del asilo”. La tarjeta de pago no es apta para los solicitantes de asilo, quienes a menudo realizan compras pequeñas que no pueden pagarse con tarjeta. Además, la tarjeta parece estar plagada de fallas en su diseño. La cantidad de transacciones sin cargo se limita a 25 por mes; al superar ese límite, comienza a cobrarse una comisión de 0,50 euros. Para acceder a la información de su cuenta, la única opción es llamar a un número de pago.
En Australia se plantearon controversias similares en 2017, cuando se lanzó una tarjeta para fines sociales sin retiro de efectivo.
En Grecia, los pagos en efectivo se limitarán a 300 euros
En Grecia, el nuevo proyecto de ley publicado para consulta la semana pasada propone reducir el límite de efectivo para las transacciones de efectivo, de 500 euros a 300 euros. Las compras que superen el límite solo podrán pagarse por medios electrónicos. Según el gobierno, la medida tiene por finalidad combatir la evasión fiscal. En 2018, después de dos años de consulta sobre el tema, la Comisión Europea decidió no aplicar la limitación generalizada en la UE sobre los pagos en efectivo y concluyó que “Si bien el fraude fiscal y la utilización de efectivo suelen estar asociados, el estudio demuestra que la relación entre ambos no siempre es inequívoca”.
Al mismo tiempo, el FT advierte que Grecia parece estar dando marcha atrás en materia de blanqueo de capitales. Un cambio reciente en el código penal del país permite que una persona sospechada de fraude penal y blanqueo de capitales recupere activos bloqueados por la justicia si no es sometida a juicio en un plazo de 18 meses. En Grecia, una causa penal normalmente demora entre tres y cinco años en pasar de la etapa de instrucción a una audiencia en pleno ante el tribunal, según miembros de la Asociación de Abogados de Atenas, y el proceso de apelación puede demorar igual plazo. La modificación es incompatible con las prácticas internacionales contra el blanqueo de capitales.
Otros países que están evaluando medidas para limitar la utilización de efectivo son Italia, México y Nigeria.
This post is also available in:
