Entre sus muchos otros efectos, la pandemia de la COVID-19 ha traído consigo una aceleración en el uso de los pagos digitales como consecuencia de las medidas de distanciamiento social y el temor exagerado a que el virus pudiera permanecer durante semanas en los billetes y las monedas. Este cambio ha agravado la preocupación por los posibles riesgos de ciberseguridad para los consumidores y las empresas, así como por nuevos tipos de fraude.
Los estafadores han adaptado sus tácticas para explotar el temor y la incertidumbre que provoca la pandemia, llegando incluso a recurrir a mensajes online fraudulentos en los que se ofrece asistencia médica y ayudas económicas para la COVID-19. Estos mensajes fraudulentos piden a las personas que verifiquen sus datos personales, como por ejemplo, contraseñas, cuentas bancarias y otra información sobre pagos, a fin de robarles dinero. Según un estudio de la Interpol, en los cuatro primeros meses de 2020 se detectaron más de 900 000 mensajes fraudulentos, 700 ataques de malware y 48 000 dominios maliciosos, y en todos ellos se mencionaba el coronavirus.
Por otra parte, en 2020 se retiraron de la circulación alrededor de 460 000 billetes de euro falsificados, lo que supone un descenso del 17,7 % en comparación con 2019, señala el BCE. Los billetes de 20 EUR y 50 EUR siguieron siendo los más falsificados, y conjuntamente representan alrededor de dos tercios del total. El 94,5 % de las falsificaciones se detectaron en los países de la zona euro, mientras que el 2,8 % se descubrieron en Estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona euro y el 2,7 % en otras partes del mundo. La probabilidad de recibir un billete falsificado es muy pequeña, ya que el número de falsificaciones sigue siendo sumamente reducido en comparación con los más de 25 000 millones de billetes de euro en circulación. En 2020 se detectaron 17 falsificaciones por cada millón de billetes auténticos en circulación, lo que en términos históricos es un número muy bajo.
Fuente: BCE
Constantemente se retiran de la circulación reproducciones de baja calidad. Todas ellas son fáciles de detectar, ya que carecen de los elementos de seguridad o solo incluyen imitaciones muy pobres de los mismos. Desde que se emitió la primera serie de billetes de euro, el Eurosistema ha animado a los ciudadanos a prestar atención cuando se les entregan billetes. El BCE recomienda verificar los billetes utilizando el sencillo método de "toque, mire y gire” que se explica en una sección específica del sitio web del BCE y en los sitios web de los bancos centrales nacionales. El Eurosistema también ayuda a los profesionales que manejan el efectivo a garantizar que las máquinas de tratamiento de billetes pueden identificar de manera fiable las falsificaciones y retirarlas de la circulación.
Utilizar falsificaciones para los pagos es un delito que puede dar lugar a enjuiciamiento. El Eurosistema ayuda a las fuerzas del orden en su lucha contra la falsificación de moneda. El Eurosistema tiene la obligación de proteger la integridad de los billetes de euro y de seguir mejorando la tecnología de los billetes. La segunda serie de billetes – la serie Europa – es aún más segura y ayuda a mantener la confianza de la ciudadanía en la moneda.