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Protección Legal para el Efectivo: Nuevo Clavo en su Ataúd

Categorías : El efectivo es el primer paso hacia la inclusión financiera, El efectivo es un bien público, El efectivo está disponible para todos los usuarios
June 20, 2022
Etiquetas : Acceso a efectivo, Aceptación del efectivo, Reglamentación, Reglamentación, Reino Unido
El Discurso de la Reina del 10 de mayo de 2022 promete protección legal para el acceso al efectivo. Pero si se rasca bajo la superficie, la promesa contiene las semillas de la continua destrucción del efectivo.
Bob Lyddon

Lyddon Consulting

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Manuel A. Bautista-González (translation/traducción)

Ph.D. in U.S. History, Columbia University in the City of New York

Post-Doctoral Researcher in Global Correspondent Banking, 1870-2000 – Mexico and South America, University of Oxford

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Este artículo se publicó por primera vez en News Uncut y se vuelve a publicar aquí con el permiso del autor.

El Discurso de la Reina, pronunciado el 10 de mayo de 2022, promete protección legal para el acceso al efectivo físico. La protección pretende ser proporcionada en un nuevo proyecto de ley de servicios y mercados financieros (el “proyecto de ley”). Se podría perdonar la creencia de que esto garantizará servicios económicamente viables y convenientes para retirar y depositar efectivo tanto para los consumidores como para las empresas. Sin embargo, el Lobby Pack publicado bajo el nombre del Primer Ministro [pp. 55-6] declara sin más el objetivo relacionado como “Garantizar que la gente en todo el Reino Unido siga pudiendo acceder al dinero en efectivo con facilidad”.

Esta frase contiene las semillas de la continua destrucción del efectivo físico, y he aquí cómo:

Estas deducciones, que se producen en todos los pagos con PayPal o con una tarjeta de marcas reconocidas (Visa, Mastercard y, en menor medida, Amex), son una importante fuente de ingresos para los bancos, y alimentan un amplio ecosistema de otros agentes del mercado.

El auge de las compras en línea y la reducción del uso del efectivo y los cheques (provocada tanto por las políticas de los bancos como por las preferencias de los consumidores y las empresas) han incrementado drásticamente esta renuncia involuntaria de las empresas a sus ingresos por ventas: un equivalente contemporáneo de los cortes a las monedas.

Es ridículo que un pago que utilice la nueva tecnología digital sea más caro: el gasto recae en primera instancia en las empresas en forma de deducciones, que se trasladan en forma de precios más altos a otras empresas y consumidores. Los pagos digitales son inflacionarios.

El resultado es que el alcance de la protección ofrecida por el proyecto de ley será, en el mejor de los casos, el de las disposiciones actuales tras el cierre de cientos de sucursales bancarias. Muchos cajeros automáticos han cerrado después de que los bancos hayan dificultado enormemente el depósito de efectivo por parte de personas y empresas y después de que los ecosistemas de Visa y Mastercard hayan establecido un cerrojo sobre los pagos en el Reino Unido para su beneficio comercial.

Lamentablemente, las organizaciones que pretenden representar los intereses de los usuarios se han sumado a los aplausos. Which? ha alabado el proyecto de ley como resultado de su campaña. Al referirse a los “grupos vulnerables”, también ha caído en una trampa tendida por los enemigos del efectivo, es decir, los defensores de los pagos digitales, incluido el regulador de los sistemas de pago o “PSR”.

El objetivo del PSR se recoge en su línea de trabajo “Acceso al efectivo“: “apoyar el acceso al efectivo de los consumidores británicos que lo necesitan”. Esta formulación repite todas las exclusiones de la redacción del Lobby Pack y va un paso más allá.

El universo de consumidores definidos como “demandantes de acceso al efectivo” puede ser mucho menor que los 70 millones de habitantes del Reino Unido, puede obviar el universo que podría “querer acceder al efectivo” y puede ignorar a aquellos cuya opinión podría ser que el efectivo es un método de pago normal, que debería ser su elección si lo usan o no y cuándo y no depende del Ministerio de Hacienda, el Banco de Inglaterra, grupos de tecnócratas de pagos o quien sea.

La introducción de una prueba de “necesidad” permite a los tecnócratas de los pagos acotar la definición inicial del número de personas afectadas y reducirlo aún más mediante la presentación de sus productos sustitutivos.

Los sustitutos se presentan en el informe de la semana pasada de la “Iniciativa de Pagos Digitales” del PSR. Esta iniciativa “se encargó en respuesta a la recomendación del Grupo de Trabajo sobre el Acceso al Dinero en Efectivo del año pasado de seguir trabajando para permitir los pagos digitales”.

Se acepta dócilmente que un grupo encargado de proteger el acceso al efectivo promueva en cambio los pagos digitales. Los productos sustitutivos incluyen, naturalmente, ofertas en las que las principales marcas de tarjetas son actores del mercado. El panel principal del PSR y su subcomité responsable del informe cuentan con una nutrida representación del ecosistema de las tarjetas de pago.

Otro sustituto es la moneda digital del Banco Central, también conocida como Britcoin. Los paneles del Banco de Inglaterra que examinan el Britcoin contienen varias de las mismas personas y aún más de las mismas organizaciones que se sientan en el Panel PSR y su subcomité, así como numerosos otros representantes del ecosistema de las tarjetas de pago.

Britcoin sería una forma de “stablecoin”: una criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo de referencia, en este caso, la libra esterlina del Reino Unido.

El Lobby Pack promete medidas en el proyecto de ley para “la adopción segura de las criptodivisas”, es decir, la creación de la base legal para el Britcoin.

El trasfondo es la determinación de Rishi Sunak de que el Reino Unido se convierta en un centro mundial de criptoactivos. Al mismo tiempo, pidió que se acuñara un token no fungible (“NFT“). Desde entonces, el Bitcoin ha caído un 34%, pasando de 47,000 a 31,000 dólares.

Los inversionistas en la moneda Terra Luna han perdido el 99% de su dinero. Las stablecoins como Tether y Terra USD (la hermana stablecoin de Terra Luna) han perdido su paridad con el activo de referencia, y los volúmenes de NFT se han desplomado.

Sin embargo, el espectáculo de la digitalización de los pagos en el Reino Unido sigue adelante, dirigido por un “concierto” tecnocrático formado por el Ministro de Hacienda, el Tesoro, el Banco de Inglaterra, el PSR, los bancos emisores de tarjetas, sus organismos comerciales, los miembros del amplio ecosistema de las tarjetas, los Amos del Universo (Masters of the Universe) de Silicon Valley, etc.

El ataque al efectivo físico se lleva a cabo mediante procesos ópticamente independientes e inconexos, cada uno de los cuales está predeterminado para clavar otro clavo en el ataúd del efectivo, con los paneles de portadores del féretro cuidadosamente seleccionados entre las filas del “partido del concierto”. El proyecto Britcoin es uno de esos procesos. La Iniciativa de Pagos Digitales del PSR es otro. La protección “de chocolate” en la nueva Ley de Servicios y Mercados Financieros es un tercero.

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