El sector CashTech (tecnología de efectivo) es el área de encuentro entre el efectivo y la tecnología que reúne a compañías innovadoras que aprovechan el software y la tecnología de comunicación moderna para mejorar los servicios de efectivo: acceso al efectivo, aceptación de efectivo, y eficiencia del ciclo del efectivo para todas las partes interesadas.

CashTech es un complemento convincente a la infraestructura tradicional del efectivo

Compuesta principalmente por nuevas empresas jóvenes y dinámicas (start-ups) como Sonect (Suiza), SoCash (Singapur), viafintech (Alemania) y Shrap (Reino Unido), CashTech es una solución para integrar los servicios de efectivo a la vida de sus usuarios de manera continua y mantener su relevancia en el mundo digital.

A medida que los bancos reducen su infraestructura de efectivo (sucursales, cajeros automáticos, y centros de efectivo) en la mayor parte de las economías avanzadas, el sector CashTech ha aprovechado rápidamente esta oportunidad. Gradualmente, CashTech se ha ido posicionando como una adición convincente y un complemento a los canales tradicionales de distribución y circulación de efectivo.

CashTech combina innovación e inclusión

Las empresas CashTech buscan atraer a los bancos a su terreno – junto a los minoristas y a los consumidores – para mantener la viabilidad del efectivo como medio de pago al tiempo que ha crecido el conocimiento global de su rol duradero en términos de inclusión, justicia, resiliencia, y protección de la privacidad personal.

El efectivo sigue ostentando posiciones de mercado dominantes. Aunque la cantidad de efectivo en circulación crece más rápido que el PIB en la mayor parte de los países, el interés de los inversionistas y de los medios de comunicación se ha centrado más en los actores que buscan desplazar al efectivo, a costa de los innovadores que trabajan para facilitar su uso.

Este documento de CashEssentials busca contribuir a balancear esta situación. Durante la pandemia del coronavirus, los bancos centrales han registrado picos excepcionales en la demanda de efectivo porque las personas aumentaron sus tenecias de efectivo por motivos precautorios. Esto ha confirmado el papel prevalente del efectivo como reserva de valor en una crisis (Heinonen). Los ciudadanos en vilo por la pandemia han reconsiderado el efectivo como un medio de pago seguro “para un día lluvioso”, y agradecen la sensación de estabilidad que provee en tiempos inciertos.

Sin embargo, los usuarios de efectivo están gastando menos y ahorrando más. En la era de los teléfonos inteligentes, la pandemia ha cambiado la manera en la que compramos, reduciendo el consumo de manera dramática al tiempo que grandes sectores de la economía han cerrado. La pandemia también ha disparado las compras en línea y los pagos sin contacto (contactless), en parte debido a miedos irracionales sobre el efectivo como vector de transmisión viral.

La naturaleza táctil del efectivo, por largo tiempo una característica central de su atractivo, que ayuda a mantener un presupuesto, gastar de manera más informada y educar a nuestros hijos sobre el valor del dinero, no debe convertirse en una desventaja para el desempeño del dinero físico. Como cualquier otro producto financiero, la capacidad evolutiva del efectivo es importante para asegurar su éxito continuo.

El efectivo posee atributos únicos imposibles de encontrar en las alternativas digitales de pagos.

El efectivo es universal; anónimo; confiable y resiliente; un instrumento monetario y de pagos establecido y fundamental para los usuarios no bancarizados, los adultos mayores y las personas vulnerables.

Los pagos al menudeo han experimentado innovación y diversificación sin precedentes durante las últimas décadas debido a cambios en los modelos de venta al por menor, innovación tecnológica, y desregulación. Sin embargo, y a pesar del uso creciente de los pagos electrónicos en el mundo, la evidencia es escasa a favor de que haya ocurrido un alejamiento del efectivo como medio de pago. Por el contrario, nunca como ahora ha habido tanto efectivo en circulación.

La innovación, motivada por los incumbentes de mercado más progresistas, así como por nuevos actores, ha contribuido sustancialmente a hacer del efectivo algo más accesible y sostenible para los negocios. También ha servido para reducir el ciclo del efectivo, aumentar su eficiencia y acercarlo a las personas para las cuales el acceso al efectivo es un derecho fundamental.

En suma, la tecnología CashTech adaptará al efectivo al mundo digital.