El batacazo del petro, la criptomoneda de Venezuela

Tras meses de inestabilidad social y económica y el desplome de la moneda nacional, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció en diciembre su deseo de lanzar una criptomoneda nacional: el petro. Maduro y el ministro de Economía explicaron la medida señalando la necesidad de crear un sistema para realizar transacciones financieras. El petro estaría respaldado por los recursos nacionales de petróleo, oro y diamantes.

Pero la iniciativa de Maduro ha sufrido un batacazo con la decisión unánime del Parlamento de Venezuela de declarar la criptomoneda ilegal e inconstitucional. El diputado Williams Dávila describió la medida de Maduro como una forma de “evadir las sanciones financieras, infringiendo abiertamente la Constitución y legitimando transacciones ilícitas”.

El presidente anunció que se asignarían más de 5000 millones de barriles de crudo como respaldo de la moneda digital (con un precio estimado de 59 USD por barril), pero los legisladores están interpretando la medida como una venta a plazo del oro negro del país y un plan malicioso para alimentar la corrupción y evitar enfrentarse a la crisis actual. “Venezuela mantiene deudas con acreedores extranjeros por un valor estimado de 140 000 millones de USD”.

De hecho, en caso de que prospere la creación del petro, los legisladores han advertido a los inversores que la moneda digital no tendrá ningún valor el día que Maduro deje de ser presidente. No obstante, es posible que ni siquiera sea necesario que la oposición desacredite la criptomoneda, ya que la creación de cualquier moneda digital debe ser fiable por naturaleza y, dada la situación actual, parece poco probable que los inversores vayan a confiar en el petro.

Venezuela está inmersa en una grave crisis económica que ha hecho que su moneda se deprecie hasta perder prácticamente todo su valor, con tasas de inflación superiores al 4000 %. La crisis ha provocado un trágico desastre humanitario con escasez de alimentos (y cuando están disponibles, los precios son desorbitados) y ausencia de suministros médicos.

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