Cryptocurrency

Dos artículos de destacados economistas anuncian el fin de bitcoin. Ambos han provocado un aluvión de reacciones. He aquí lo que tienen en común.

El uso de bitcoin en pagos sigue siendo limitado en El Salvador, a pesar de la masiva campaña de promoción del gobierno, algo que ningún país ha hecho con el efectivo.

Desde que bitcoin pasó a ser moneda de curso legal en El Salvador en septiembre de 2021, su volatilidad ha empeorado la precaria situación financiera del país.

Elsewhere on the Web es una nueva sección de CashEssentials con enlaces a artículos sobre efectivo y dinero. La semana pasada, los cajeros automáticos de criptoactivos estuvieron en la mira.

Hackers explotan vulnerabilidades informáticas para robar bancos a distancia. Estos ciberdelitos conllevan graves riesgos para los sistemas bancarios de todo el mundo.

La Asociación Diem, liderada por Facebook, vende sus activos, terminando las ambiciones de la red social en pagos digitales y una batalla de dos años y medio con reguladores y bancos centrales de todo el mundo.

Los fallos abundaron durante la adopción del bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador, provocando enfado y ansiedad entre consumidores y comerciantes.

El Salvador se ha convertido en el primer país en hacer de bitcoin una moneda de curso legal, esperando aumentar la inclusión financiera. Los críticos temen que se convierta en una herramienta de vigilancia para el gobierno.

Marc Schwartz, director general de la casa de la moneda francesa, y Yannis Messaoui han publicado recientemente un estudio en el que abordan la historia del dinero y explican por qué el efectivo no está en vías de extinción.

La industria de las criptomonedas se defiende de la regulación y del escrutinio haciendo amigos y contratando a antiguos (y actuales) reguladores y políticos. Sin embargo, los principales reguladores norteamericanos siguen siendo escépticos respecto a las criptomonedas.

Algunas plataformas no custodian de manera diligente las criptomonedas de sus usuarios. Los hackers las emplean para ocultar el destino de rescates pagados en bitcoin. Hackers norcoreanos han vulnerado plataformas de cripto en Hong Kong y Corea del Sur.

A medida que los ingresos globales por pagos superan los 2 billones de dólares (2.2% del PIB mundial), un número creciente de interesados compiten por capturar cuotas en ese mercado. ¿Puede el efectivo competir en esta nueva carrera espacial?