La pandemia ha tenido un impacto brutal sobre los pagos en los comercios minoristas, ya que el cierre sectores económicos enteros − viajes en avión, eventos culturales, restaurantes, etc. −, unido a las políticas de confinamiento decretadas en todo el mundo, ha provocado una fuerte reducción de los volúmenes de transacciones, tanto en efectivo como digitales. Aparte del descenso en los volúmenes, la pandemia también ha transformado la forma en que pagamos, con un vuelco hacia los pagos digitales y sin contacto. Ello se debe a que los consumidores y los comercios minoristas han tratado de reducir el manejo de efectivo, tarjetas y terminales de tarjetas o teclados, a los que se ha acusado – a veces de manera irracional – de representar un riesgo de transmisión de la enfermedad.

A su vez, varios países han registrado un repunte sustancial del efectivo en circulación. En el caso de EE. UU., dicho incremento ha sido de 200 millones de USD desde febrero de 2020. En la zona euro, el valor de los billetes de euro en circulación aumentó en 107 000 millones de EUR, lo que supone un incremento interanual del 10 %. Este porcentaje supone aproximadamente la mitad del repunte registrado en octubre de 2008 tras la caída de Lehman Bros. Otros países han registrado patrones similares: Australia, Argentina, India, Israel, Rusia, Suecia…

No obstante, también hemos observado una tendencia interesante: el auge del consumidor de efectivo. En todo el mundo, asociaciones de consumidores y grupos que defienden los derechos civiles reclaman el acceso al efectivo y su aceptación en los comercios minoristas. A continuación hacemos un recorrido por los grupos de consumidores que defienden el efectivo.

Debería ser un derecho de todos

Suecia, muchas veces considerada un ejemplo modélico para los pagos digitales, fue uno de los primeros países donde se creó un movimiento ciudadano en defensa del efectivo – Kontantupproret –, que se traduciría como "la rebelión del efectivo". El grupo cuenta con 14 000 seguidores en Facebook. La Asociación de Consumidores sueca Sveriges Konsumenter también apoya el efectivo; “luchamos asimismo por el derecho de todos a seguir utilizando efectivo”. La asociación publicó un estudio que demostraba que 7 de cada 10 consumidores desean poder pagar en efectivo en el futuro.

En Estados Unidos se ha producido un avance espectacular con la firma, por parte de 51 organizaciones de consumidores, de una carta en apoyo a la Payment Choice Act (Ley de opciones de pago), que prohibiría a los establecimientos minoristas tradicionales rechazar el uso de efectivo o cobrar un precio mayor a aquellos consumidores que paguen sus compras en metálico. “El número y la variedad de organizaciones que apoyan esta legislación demuestra lo fundamental que es para los estadounidenses poder pagar en efectivo”, afirma Susan Grant, Directora de Protección y Privacidad del Consumidor en la Consumer Federation of America. “Debería ser un derecho de todos.”

La Asociación Europea de Consumidores (BEUC) publicó un informe de posición titulado Cash versus Cashless: Consumers need a right to use cash. El informe formula cuatro recomendaciones para que la UE tome medidas destinadas a garantizar a los consumidores el derecho no discriminatorio de acceder y utilizar el efectivo:

• Todos los comercios deberían estar obligados a aceptar efectivo
• El acceso de los consumidores al efectivo es gratuito
• En la UE existe una red mínima de cajeros automáticos.
• Se promueve la “retirada de efectivo en las tiendas” como opción complementaria al uso de los cajeros automáticos.

En Australia se ha lanzado una petición en www.change.org para reclamar que el derecho a acceder y utilizar el efectivo esté protegido por ley. En el momento de redactar este artículo, 1800 personas ya habían firmado. Cashwelcome.org es una iniciativa del sector para dar voz al efectivo y a los millones de personas que dependen de él. El sitio web cuenta también con una tienda donde se venden camisetas, pegatinas y bolsas para residuos.

Libertad para pagar

En el Reino Unido, Age UK, una entidad benéfica centrada en las personas mayores, ha escrito una carta abierta a la Autoridad de Conducta Financiera (Financial Conduct Authority, FCA) para que ayude a los clientes mayores y vulnerables con dificultades a tener acceso al efectivo mientras dure el confinamiento. En su carta, Age UK afirma lo siguiente: “nos acercamos a un momento crítico en la crisis…. para las personas mayores”. Which?, un grupo de presión que defiende los intereses de los consumidores, también se ha manifestado a favor del efectivo y ha lanzado una campaña para que se proteja como opción de pago. La campaña también incluye una petición que contaba ya con 170 000 firmas en el momento de redactar este artículo.

La campaña "Libertad para pagar" de Which?

Las campañas y las peticiones son importantes. Sin embargo, la mejor forma de que los consumidores apoyen el efectivo es pagar con él.

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