Según la encuesta sobre pagos más reciente del British Retail Consortium (BRC), la proporción de los pagos en efectivo ha venido disminuyendo a ritmo constante. En los últimos cinco años, el efectivo ha pasado de usarse en más de la mitad de todas las transacciones en 2013 a menos del 40 % en 2018. El valor de esas transacciones en efectivo ha disminuido del 28 % al 20 % durante el mismo periodo.
Sin embargo, el efectivo sigue siendo una parte importante del comercio minorista, en particular para muchas personas vulnerables, y el BRC trabaja para asegurar la viabilidad a largo plazo de los cajeros automáticos y para reducir las barreras que impiden que muchas empresas ofrezcan reembolso en efectivo a los clientes.
“Dado que los pagos con tarjeta representan casi el 80 % de las ventas minoristas, es fundamental que el gobierno tome medidas para frenar los costos cada vez más altos que las empresas de tarjetas cobran a los comercios minoristas. Si no actuamos, los comercios experimentarán una mayor presión y, en última instancia, serán los consumidores quienes debarán afrontar los costes”.
Andrew Cregan, Asesor de Políticas, Pagos y Crédito al Consumidor
Los costes de las tarjetas continúan subiendo: Los comercios minoristas gastaron 1 300 millones de libras con terceros, lo que equivale a un aumento de 70 millones de libras respecto a 2017. Cada transacción cuesta a los comercios minoristas 5,85 peniques, por término medio, lo que representa un aumento del 17 % (frente a 4,98 peniques). Estos costes adicionales obedecen esencialmente a las comisiones que pagan los comercios a las compañías de tarjetas de crédito y de débito, las cuales aumentaron en más del 50 % en 2018. El BRC pide que se tomen medidas para mejorar la regulación de las comisiones de tarjetas de crédito, mediante la ampliación y la simplificación de la regulación para que abarque todo el espectro de transacciones y evite el abuso de las compañías de tarjetas.
El coste unitario de las tarjetas de crédito es 2,8 veces más alto que el coste del efectivo en el mundo.
Según un estudio reciente de los economistas Santiago Carbó Valverde y Francisco Rodríguez-Fernández que analiza el coste del efectivo comparado con el de las tarjetas de débito en 52 países, el coste unitario de las tarjetas de débito es 2,8 veces más alto que el del efectivo en el mundo.