Inclusión financiera

El efectivo es esencial en una sociedad que funcione bien, ya que garantiza la cohesión social, que se ve amenazada por la agresiva digitalización, afirma Denaria, la plataforma española a favor del efectivo.

Aunque el uso del efectivo ha disminuido en Australia, muchos siguen dependiendo del efectivo para hacer pagos, entre ellos las personas mayores, los hogares con ingresos más bajos, los inmigrantes y los habitantes de zonas rurales.

La infraestructura de efectivo de Australia se ha contraído bruscamente en los últimos años. Los bancos y los minoristas han reducido los servicios de efectivo, incluso en las zonas urbanas.

Los carteles de "No se acepta efectivo" excluyen a muchas personas no bancarizadas o infrabancarizadas. Insistir en que todos los comercios acepten efectivo es una forma sencilla de garantizar la inclusión financiera de todos.

La mayoría de los palestinos están no bancarizados a pesar de los esfuerzos de la Autoridad Monetaria de Palestina por promover los pagos digitales. Los retiros de efectivo son el mayor componente de las transacciones de monedero digital en Cisjordania y Gaza.

El efectivo es el segundo instrumento de pago más utilizado en Corea del Sur. Los pagos digitales proliferan, dejando atrás a los grupos vulnerables.

Los pagos digitales han crecido mucho en España en los últimos años, pero el uso del efectivo persiste vigorosamente.

La proliferación de los pagos digitales presupone que todo el mundo tiene una cuenta bancaria, que no tuve durante más de dos meses en el Reino Unido.

Aunque los pagos digitales prevalecen en Inglaterra, no todo el mundo los usa por igual. El efectivo es un salvavidas cuando mudarse al extranjero implica exclusión financiera.

La exclusión financiera no está reservada a los países emergentes o a los emigrantes de bajos ingresos. También aplica a quienes se mudan al extranjero, incluso en países desarrollados.

Un nuevo informe sugiere que casi tres de cada cuatro canadienses creen que rechazar el efectivo en ventas al menudeo es discriminatorio para las personas sin acceso a los servicios bancarios.

Según la FDIC, cerca del 4.5% de los hogares estadounidenses no estaban bancarizados en 2021. Ninguna ley federal obliga a aceptar efectivo en los pagos minoristas en Estados Unidos.