El debate en torno a los negocios sin dinero en efectivo sigue captando gran atención en Estados Unidos, tanto de los consumidores como de los funcionarios del gobierno. El 18 de marzo pasado, Phil Murphy, gobernador de Nueva Jersey, promulgó una ley que prohíbe a las tiendas del estado operar sin dinero en efectivo. El proyecto de ley NJ A591, que se introdujo por primera vez en 2017, emula al de Philadelphia, que el mes pasado también prohibió las tiendas que no aceptan dinero en efectivo.
"Esta idea de 'no queremos aceptar efectivo' no hace más que marginar a jóvenes pobres que aún no han podido establecer un historial de crédito y a personas que prefieren pagar en efectivo," expresó el asambleísta Paul Moriarty del partido demócrata, principal patrocinador del proyecto de ley, en su declaración a WNYC.
Huelga decir que la nueva ley también es objeto de fuertes críticas. Miembros de la comunidad empresarial no coinciden con los parámetros que implica y consideran que limita la eficiencia y la seguridad. "La promulgación de esta ley priva a los dueños de negocios locales del derecho de determinar libremente cómo desean recibir el pago por sus productos y servicios", dice Michael Wallace, Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales de la Asociación de Industrias y Empresas de New Jersey.
Las opiniones contrarias no van a impedir que la ley entre en vigencia inmediatamente ya que los futuros infractores serán sancionados con multas de hasta USD 2 500 por la primera infracción y hasta USD 5 000 para la segunda, informa NBC. Hay, no obstante, algunas excepciones a la ley – entre ellas, las que se relacionan con determinados sectores tales como aparcamientos, alquiler de automóviles y proveedores de aeropuertos.
New Jersey es el segundo estado de los Estados Unidos que prohíbe las tiendas que no aceptan efectivo, después de Massachusetts que promulgó la prohibición en 1978.