El Axa Research Fund ha publicado un análisis profundo de la resiliencia de la sociedad. La publicación destaca que tres décadas de crecimiento económico e innovación tecnológica han contribuido a reducir la pobreza extrema y aumentar la alfabetización. Sin embargo, esto se ha logrado en detrimento del medio ambiente y ha venido acompañado de una creciente desigualdad social y económica. Expertos académicos e institucionales ofrecen una visión holística de los temas más destacados en los ámbitos de la inclusión y la resiliencia de la sociedad, como la desigualdad de género, el cambio climático, los sistemas sanitarios…
Una ponencia se centra en el papel social del dinero en la era de la digitalización. Tristan Dissaux, economista e investigador en innovaciones financieras (y miembro del Comité Directivo de CashEssentials), explica cómo la digitalización del dinero conlleva un elevado costo social a pesar de las innegables ganancias en términos de comodidad y eficiencia.
“Los sistemas monetarios no son sólo de naturaleza técnica, sino herramientas vitales de cohesión social, que crean una ‘comunidad de pago’. Encarnan valores compartidos, legitimidad y confianza social. Su funcionalidad es vital para la resiliencia de la sociedad”.
Dissaux sostiene que, a medida que se acelera la digitalización del dinero, urge actuar ya para abordar estos inconvenientes y preservar su función social.
“Hay que reconocer que la digitalización ha crecido porque tiene sentido, en términos de costo y eficiencia, que el sector financiero privado se aleje del efectivo”, afirma Dissaux. Esto, sin embargo, ha provocado la erosión de la propia infraestructura del efectivo, lo que ha alejado a los particulares del dinero físico. “Por lo tanto, para preservar el efectivo para quienes lo necesitan, hay que reconocerlo como un bien público similar a un servicio público. Esto requiere un compromiso del Estado”, concluye Dissaux.