Maduro suprime ceros a la desesperada
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Las penurias de los venezolanos de a pie están lejos de llegar a su fin tras la introducción el 20 de agosto del “bolívar soberano”, una nueva versión “ligera” de la moneda nacional con cinco ceros menos. En un intento desesperado de contener la inflación y ayudar a mantener a flote la economía, el presidente Maduro emitió una nueva serie de billetes ligados a su oscura criptomoneda: el petro.
La venta de petros se inició en febrero. Se trata de la primera criptomoneda nacional “preminada” del mundo y se diseñó con la intención de atraer divisas extranjeras y sortear las sanciones de EE. UU. El petro está respaldado por las reservas petroleras del país latinoamericano y su valor se ha fijado en el equivalente al precio de un barril: 60 $. El valor del petro se ha fijado en 60 nuevos bolívares.
El problema es, no obstante, que lo único que hace la eliminación de ceros es camuflar los problemas de una economía colapsada en la que los precios “se duplican cada cuatro semanas” y la inflación “supera el 80 000 por ciento”. Por otro lado, ninguna de las plataformas oficiales de compraventa de criptomonedas opera con petros. Otro motivo de preocupación es que el gobierno puede emitir nuevos petros a su entera discreción, un aspecto que suscita desconfianza entre los inversores.
La eliminación de ceros ha supuesto una devaluación del 95 % de la moneda venezolana. Además, la población teme un colapso total del país después de que Maduro anunciara un aumento del salario mínimo del 3000 por ciento, con lo que pasa de menos de un dólar a 30 $, una cifra que la mayoría de los negocios no podrán afrontar.
En una entrevista con el Financial Times, Russ Dallen de Caracas Capital comentó que “[Maduro] podría haber elegido también establecer la paridad [del bolívar soberano] con los unicornios”.
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