El estudio, El futuro del efectivo. Un nuevo enfoque para re-imaginar su futuro, escrito por Guillaume Lepecq y Petteri Lilberg, se basa en las discusiones que tuvieron lugar durante una serie de webminarios organizados por CashEssentials entre mayo y junio de 2020, en los que futurólogos y expertos del mundo del efectivo y de pagos se reunieron para  imaginar el futuro del efectivo con ayuda de la metodología de conocimiento de futuros (futures literacy).

La pandemia de Covid-19 ha obligado a bancos centrales, gobiernos, bancos comerciales y otros actores interesados a adoptar medidas de emergencia de corto plazo para garantizar el suministro y la circulación de efectivo. Ello ha requerido una notable creatividad e innovación para superar las amenazas y los desafíos inmediatos. Algunas de estas decisiones pueden convertirse en arreglos duraderos. Otras medidas se eliminarán lo antes posible.

Re-imaginando el Futuro

Pero la crisis también nos ha animado a pensar en las implicaciones a largo plazo y en el mundo del mañana. La crisis pasará. Pero el mundo será distinto. Ahora necesitamos imaginar el futuro del efectivo en ese mundo.

De hecho, el Covid-19 ha marcado un retorno notable de la metodología de futuros deseables (futures thinking). La pandemia ha resaltado la necesidad de preservar la capacidad de actuar mediante la identificación de múltiples futuros plausibles, el reconocimiento de diferentes rutas y, lo que es más importante, la visualización de futuros sociales deseables, incluso en crisis agudas.

El enfoque adoptado en este trabajo es la exploración sistemática de escenarios que no traten al futuro de manera determinista, cierta y pasiva, sino como un proceso estocástico, visionario y proactivo. La metodología de futuros deseables permite mostrar la multitud de escenarios futuros potenciales y preguntarse cuáles de ellos son posibles, probables y deseables y, lo que es más importante, cómo tomar mejores decisiones en el momento presente para luchar por un futuro deseable, en lugar de simplemente reaccionar.

Los posibles futuros pueden capturarse de modo óptimo combinando la planeación sistemática y un enfoque de conocimiento de futuros.

1. Identificar las tensiones: Identificar las incertidumbres y preguntas abiertas. ¿Qué tipo de tensiones surgen?
2. Trazar futuros: ¿Qué direcciones alternativas de desarrollo pueden tomar las preguntas abiertas y las tensiones?
3. Imaginar escenarios: ¿Qué escenarios futuros plausibles se pueden identificar?
4. Escenarios deseables: ¿Qué escenarios representan de mejor modo las necesidades de inclusión, equidad, resiliencia, eficiencia, y privacidad?
5. Mapa de ruta: ¿Qué acciones concretas materializan estos escenarios de modo óptimo?

El documento identifica cinco cuestiones críticas que darán forma al futuro del efectivo:

1. Recuperación económica: cómo la recuperación post-Covid-19 liderada por regímenes nacionales activos cambia el rol y las expectativas de las instituciones regionales y globales;
2. Sociedad: cómo la cultura de la vigilancia impulsada por la omnipresente recopilación masiva de datos (data gathering) entra en conflicto con el derecho individual al anonimato y la privacidad;
3. Sostenibilidad e inclusión: cómo nuestras ideas actuales sobre el crecimiento económico y la necesidad de procurar el bienestar de las personas consideran los límites ambientales y las restricciones planetarias a las actividades humanas;
4. Tecnología: cómo las plataformas digitales y los datos entran en conflicto como herramientas de política pública y como dominios comerciales de propiedad privada;
5. Dinero: cómo coexisten los medios de pago diversificados y emitidos de forma centralizada con los medios de pago fragmentados y emitidos por actores privados.

Un futuro deseable para el efectivo

A partir de estas areas críticas, el estudio analiza diferentes escenarios que crean una narrativa creíble de sendas de desarrollo, eventos y acciones posibles y plausibles que conducen a un futuro específico. El estudio se enfoca luego en el futuro deseable y enfatiza que el sistema monetario futuro debería:

• Aumentar, no disminuir, la igualdad
• Mitigar, no acelerar, el calentamiento global
• Proteger, no erosionar, la privacidad
• Gobernar y regular a, y no ser controlado por, las grandes firmas tecnológicas (Big Tech)
• Promover la recuperación económica a largo plazo, de manera sostenible
• Garantice un sistema monetario diversificado, no singular

El estudio concluye que incluso si un futuro sin efectivo es posible, ese futuro no es probable, ya que generaría resultados muy negativos en términos de eficiencia, inclusión, equidad, resiliencia y protección de la privacidad. El futuro de los billetes y las monedas no es simplemente una competencia entre efectivo y monedas digitales, ni se limita únicamente a los pagos. La discusión no debería centrarse en la tecnología (la forma del dinero) sino más bien en el papel social y económico del dinero (su función). El efectivo debería coexistir con otras formas de dinero porque proporciona una diversificación muy necesaria y una protección contra algunas de las amenazas y desafíos que plantea la digitalización.

Para garantizar un ecosistema de efectivo sostenible y preparado para el futuro, es necesario avanzar en cuatro áreas clave: la infraestructura para garantizar la circulación fluida y eficiente de efectivo en toda la economía; los modelos de distribución de efectivo para lograr un equilibrio entre las fuerzas del mercado y las del sector público; comunicación para educar al público sobre el papel social y económico del efectivo; e investigación para mejorar nuestra comprensión de cómo se utiliza el efectivo y fomentar una mayor innovación.

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Documentos

• El Futuro Del Efectivo - CashEssentials 2021