Sin embargo, a pesar de la disminución del uso de efectivo en pagos, los holandeses han conservado su confianza en el efectivo. Según una encuesta reciente encargada por el DNB, el 76% de la población espera pagar en efectivo en cinco años. La cifra varía solo marginalmente entre los grupos de edad, como se ilustra en el Gráfico 2.
Los holandeses también confían en la autenticidad de los billetes en euros, con una puntuación media de 7.7 sobre 10, una evaluación que ha mejorado a lo largo de los años. La mayoría de los encuestados (59%) nunca ha verificado la autenticidad de una nota, y el 90% puede citar espontáneamente una característica de seguridad. La marca de agua y el holograma son las características de seguridad más mencionadas por el 69% y el 39% de los encuestados.
Los holandeses también están encantados con la calidad de los billetes, por ejemplo, la falta de suciedad, arrugas, grafitis o cinta adhesiva. El 82% de los encuestados piensa que las notas se ven razonablemente limpias, mientras que solo el 2% las encuentra sucias.
Un hallazgo de la encuesta – el apetito limitado por los billetes de alta denominación – es específico a los Países Bajos. Solo el 39% de los encuestados tenía un billete de €100 el año pasado; la cifra desciende al 14% para el billete de €200 y al 6% para el billete de €500. Las tres cifras han disminuido en 6 puntos porcentuales desde 2019.
El DNB atribuye esto a varios factores. Primero está la dificultad para acceder a estos billetes, ya que a menudo no están disponibles en sucursales bancarias o cajeros automáticos; el segundo es la decisión del Eurosistema de dejar de emitir la denominación de €500. En tercer lugar, las altas denominaciones sufren una mala percepción ya que la mitad de la población las asocia con actividades ilícitas; el cuarto factor es la aceptación, ya que son cada vez más difíciles de gastar.
En diciembre de 2020, el DNB anunció que encargaría un estudio sobre la infraestructura de efectivo para explorar cómo puede permanecer segura, confiable, accesible, a un costo aceptable, en el futuro. Las conclusiones se esperan para el verano de 2021.