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Efectivo y coronavirus: un reto de comunicación

Categorías : El efectivo es una solución para contingencias y emergencias
May 4, 2020
Etiquetas : banco central, comunicación, Coronavirus, Efectivo
La progresiva expansión del coronavirus por todo el mundo también está cambiando la manera de interactuar con los demás y de hacer transacciones. El distanciamiento social y las medidas de confinamiento, además del cierre de las tiendas y de los restaurantes están transformando la manera de comprar y de pagar. Este artículo tiene por objeto revisar de qué manera los bancos centrales y los medios de comunicación informan sobre el impacto del virus en el efectivo y en los pagos, así como las lecciones que pueden extraerse.
Guillaume Lepecq

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Los bancos centrales desinfectan y sustituyen los billetes contaminados

El Banco Popular de China (BPC) fue el primero en anunciar en una rueda de prensa celebrada el 15 de febrero la emisión de nuevos billetes, así como una normativa para desinfectar y poner en cuarentena los billetes usados.

“En primer lugar, hemos adoptado medidas especiales para el suministro de efectivo en la provincia de Hubei, que se ha visto duramente castigada. Antes del festival de Primavera, el BPC asignó a Wuhan billetes nuevos por valor de 4 000 millones de RMB a fin de reforzar el suministro de efectivo para instituciones clave que trabajaban en la contención de la epidemia, como los hospitales”, explicó Fan Yifei, Gobernador adjunto del PBC. Según señaló: “El efectivo retirado de zonas clave de control de la epidemia solo debería reintroducirse en el mercado una vez desinfectado con luz ultravioleta o sometiéndolo a altas temperaturas y almacenado durante más de 14 días. El efectivo procedente de otras zonas debería almacenarse durante más de 7 días tras su desinfección antes de su reincorporación al mercado”. El PBC también anunció que los proveedores de servicios de pagos digitales habían reducido o eliminado comisiones para negocios afectados por la epidemia, incluidas instituciones sanitarias, entidades benéficas y también pequeñas y medianas empresas.

Se ha informado de que otros bancos centrales están aplicando medidas similares de cuarentena o desinfección de billetes. Según declaraciones del Banco de Corea del Sur a Reuters, “Todo el efectivo que llega al banco central procedente de los bancos locales se almacena en una caja fuerte durante dos semanas, ya que el virus generalmente muere una vez transcurridos nueve días”. Un portavoz de la Reserva Federal estadounidense informó a Reuters de que la institución había comenzado a poner en cuarentena billetes repatriados desde Asia antes de ponerlos de nuevo en circulación en el sistema financiero de EE. UU. como medida de precaución frente a la propagación del virus.

En Sudáfrica, el Banco de la Reserva emitió una declaración que advertía al público frente a los estafadores que portaban identificaciones falsas de la SARB y solicitaban a los ciudadanos que entregaran los billetes en su poder porque estaban contaminados con el virus.

La Organización Mundial de la Salud advierte contra el riesgo potencial de la COVID-19

El 2 de marzo, el diario The Telegraph informaba de que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la COVID-19 podría propagarse a través de los billetes y recomendaba no utilizar efectivo. El artículo de The Telegraph incluye la siguiente respuesta de un portavoz de la OMS a la pregunta de si los billetes podrían estar propagando el nuevo coronavirus: “Sí, es posible, es una buena pregunta. Sabemos que el dinero cambia frecuentemente de manos y puede impregnarse de todo tipo de bacterias y virus… Siempre que sea posible, sería conveniente utilizar medios de pago sin contacto”.

Muchos otros medios se hicieron eco del artículo de The Telegraph, como por ejemplo, The Sun, The Guardian, Metro, El Confidencial, The Daily Mail y Finextra, y se difundió ampliamente en los medios sociales.

Los proveedores de pagos digitales apuestan por la tecnología “contactless

Para los proveedores de pagos digitales, la crisis ha brindado una oportunidad única para promover los pagos sin contacto. En Turquía, BBVA ha incrementado el límite para las tarjetas sin contacto hasta 250 liras turcas; en Canadá, Desjardins ha elevado el límite para pagos sin contacto de 100 a 250 dólares canadienses; en Irlanda AIB ha eliminado las comisiones de pagos sin contacto para Apple Pay, Google Pay y Fitbit; en los Países Bajos, los bancos han elevado el límite acumulado para pagos sin contacto de 50 a 100 euros. Otros mercados están tomando medidas similares, incluidos Noruega, Arabia Saudita, Egipto, Polonia, Reino Unido y Francia.

En Kenia, una nota de prensa emitida por el banco central anunciaba un conjunto de medidas para facilitar un mayor uso de transacciones de dinero móvil en lugar de en efectivo. El objetivo inmediato era reducir el riesgo de transmisión de la COVID-19 al manejar billetes, pero también aminorar el uso de efectivo en la economía a medio plazo. En Rusia, el banco central ha instado a los consumidores y las empresas a elegir los pagos digitales en lugar del efectivo en un esfuerzo por ralentizar la propagación del virus. También ha dado instrucciones a los bancos para que limiten los billetes de rublos en circulación.

La publicación online sobre pagos digitales Digital Transactions señala que el miedo al coronavirus hace que algunos expertos prevean un impulso de los pagos digitales. El artículo afirma que la OMS ha alertado contra el uso del efectivo.

La Organización Mundial de la Salud niega haber dicho que el efectivo transmite el coronavirus

El 6 de marzo, Marketwatch publicó un artículo en el que Fadela Chaib, portavoz de la OMS, negaba las anteriores declaraciones y afirmaciones diciendo lo siguiente: “NO hemos dicho que el efectivo transmitiera el coronavirus”. Y añadía: “Se nos ha malinterpretado”.

La portavoz trataba de aclarar los comentarios aparecidos en el ampliamente citado artículo de The Telegraph: “La OMS NO dijo que los billetes transmitieran la COVID-19 y tampoco hemos emitido ninguna alerta o declaración a este respecto”. “Se nos preguntó si pensábamos que los billetes podrían transmitir la COVID-19 y dijimos que era recomendable lavarse las manos tras manejar dinero, sobre todo si se está manipulando o consumiendo alimentos”. Hacerlo es una “una buena medida de higiene”, añadió.

En otro artículo de Euronews también se minimiza la probabilidad de que los billetes propaguen el coronavirus.  Tal y como señalaba Stephanie Brickman, de la Organización Mundial de la Salud: “No sabemos cuánto tiempo permanece el virus en los billetes, pero estimamos que no más de dos horas". Y añadía lo siguiente: "El virus no sobrevivirá mucho tiempo en las superficies, especialmente si estas son secas, como en el caso de los billetes".

Cabe señalar que ni el primer artículo de The Telegraph ni las posteriores aclaraciones se mencionan en el sitio web de la OMS. De hecho, en dicho sitio no figura ninguna información sobre el efectivo.

Los bancos centrales, en defensa del efectivo

Algunos bancos centrales comenzaron a emitir declaraciones en marzo en las que se hacía hincapié en tres mensajes: los billetes no plantean un riesgo particular de infección, el suministro de efectivo es seguro y los comercios minoristas deberían seguir aceptando efectivo.

Ilustración de Alice Charvet.

Los billetes y las monedas no plantean un riesgo particular de infección para las personas

El 18 de marzo, Johannes Beermann, miembro del Comité Ejecutivo del Bundesbank, señaló que el riesgo de infectarse con coronavirus a través del efectivo es extremadamente reducido. Tal y como explicaba: “La probabilidad de contraer la enfermedad por manipular dinero es mucho menor que con muchos otros objetos de la vida cotidiana. Los billetes y las monedas no plantean un riesgo particular de infección para las personas”. Más aún, los billetes de 5 € y 10 €, que pasan de mano en mano con particular frecuencia por utilizarse como cambio, tienen además un recubrimiento de protección contra la suciedad.

El Bundesbank citó a René Gottschalk, virólogo y director de la Dirección de Salud de Frankfurt am Main: “En principio, es totalmente irrelevante cuánto pueden sobrevivir los patógenos en las superficies.  Lo decisivo es si se trata de un canal de infección,” explicó en una rueda de prensa. No consideraba que existiera ese canal de infección en los billetes. Asimismo, debido a las propiedades físicas de los billetes, estos no son particularmente proclives a transmitir patógenos.

El Banco Central de Luxemburgo también afirmó el 17 de marzo que el Eurosistema investigaba periódicamente el posible impacto de la producción y la circulación de billetes de euros en la salud pública, incluso en relación con los virus. Hasta el momento, no hay evidencia de que el coronavirus se haya propagado a través de los billetes de euros. El Instituto Robert Koch de Alemania ha confirmado recientemente que la "transmisión del virus a través de los billetes no reviste especial importancia".

En Austria, el OENB también ha emitido una declaración en la que se afirma que el efectivo no plantea un mayor riesgo de infección.

El suministro de efectivo es seguro

Christian Hawkesby, Asistente del Gobernador de Te Putea Matua – el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda – señaló lo siguiente el 19 de marzo: “El Banco de la Reserva y el sistema bancario tienen abundante efectivo disponible para hacer frente a la demanda en cualquier circunstancia”. “A modo de ejemplo, el Banco de la Reserva tiene efectivo disponible equivalente, cuanto menos, al valor de reposición de dos años para inyectar en el sistema, de ser necesario. Podemos mantener el flujo desde y hacia las sucursales y los cajeros automáticos en caso de escasez de personal o para hacer frente a otras dificultades en cualquier parte del sistema de efectivo.”

Beermann recalcó que la oferta de efectivo en Alemania era segura incluso en un escenario de crisis. “Hemos emitido más dinero del que necesitamos; nuestras bóvedas por tanto estarán bien provistas.” Añadió que el Bundesbank tiene planes internos para crisis y contingencias y ha tomado medidas institucionales para sus sucursales a fin de garantizar la oferta de efectivo, incluso en caso de una propagación adicional del coronavirus. “Alemania no se quedará sin efectivo. El suministro de efectivo es seguro”, según Beermann.

El Bank Al Maghrib de Marruecos señaló en una declaración emitida el 16 de marzo que estaba trabajando con el sector bancario para garantizar el suministro de efectivo durante la pandemia.

Los comercios minoristas deben seguir aceptando efectivo

El Banco de Canadá pide a los comercios minoristas que acepten efectivo. La negativa a aceptar el efectivo podría imponer una carga indebida sobre las personas que dependen de él como medio de pago. El Banco pide expresamente a los comercios minoristas que continúen aceptando el dinero en efectivo para garantizar que los canadienses puedan tener acceso a los bienes y servicios que necesitan. 

En Finlandia, Päivi Heikkinen, Directora del Departamento del Sistema de Pagos, afirma en su blog que “el efectivo es el principal medio de pago para alrededor del 10 % de los finlandeses. Para estas personas, puede que el efectivo sea el único método de pago posible y es importante que consigan realizar sus compras. El efectivo puede utilizarse como de costumbre incluso durante la pandemia”.

El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda también recuerda a los compradores y a los comercios que mantengan una buena higiene de manos. “El efectivo es simplemente una de las tantas superficies que se tocan con frecuencia. Lo mismo sucede con cualquier otro dispositivo de pago, ya sea una tarjeta, un teléfono o un reloj. Esto refuerza la necesidad de mantener una buena higiene de las manos, independientemente de la forma en que pague o acepte el pago. Los comercios minoristas deben usar el sentido común cuando de efectivo se trata. Las empresas no están obligadas a aceptar el efectivo pero negarse a aceptarlo puede acabar perjudicando a las personas que dependen de este. Estas personas muy probablemente sean jóvenes, ancianos, pobres, discapacitados o financieramente excluidos. Tengan respeto y cuidado mutuo”, afirma Hawkesby.

El RBNZ también ha publicado un vídeo en su canal de YouTube.

Evitar la fuga del efectivo

Conforme la pandemia evoluciona hacia una crisis económica y financiera, el riesgo de huida hacia los activos seguros es cada vez mayor. La pregunta es si el efectivo se verá afectado.

De momento apenas hay pruebas de que vaya a ser así. Sin embargo, varios países han experimentado un fuerte repunte en la demanda de efectivo, ya que los consumidores probablemente habrán incrementado su tenencia como medida de precaución.

En Argentina, según datos del banco central, la moneda en circulación se incrementó en 165 000 millones de pesos entre el 7 de marzo y el 7 de abril. Esta cifra representa una tasa de crecimiento del 14 % en el último mes o del 62 % durante el pasado año. En la zona euro, el valor de los billetes en circulación aumentó en 36 000 millones de EUR hasta marcar máximos históricos de 1 314 000 millones de EUR. Esta cifra supone un incremento interanual del 8 % y su mayor subida desde octubre de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers. Según Bloomberg, la demanda de efectivo se ha disparado en Rusia. Desde principios de marzo se han retirado de los cajeros automáticos y de las sucursales bancarias alrededor de 1 billón de rublos (13.600 millones de USD). Esa cifra sería superior a la correspondiente a todo el año pasado. En los Estados Unidos, la moneda en circulación creció en más de 70 000 millones de dólares entre el 3 de marzo y el 1 de abril, hasta alcanzar los 1 876 millones de dólares, lo que supone un incremento del 4 %. Esta cifra supera el pico registrado tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

¿Qué lecciones pueden extraerse?

Es fundamental acertar con el momento

El virus apareció por primera vez en China en diciembre de 2019. Los primeros mensajes de los bancos centrales señalando que el efectivo no plantea ningún riesgo de trasmisión de la enfermedad datan de mediados de marzo. Por entonces, la OMS había concedido la famosa entrevista a The Telegraph y trataba de clarificar sus declaraciones iniciales. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. 

Es necesario coordinar la comunicación con los organismos sanitarios

Se han publicado numerosos estudios sobre el efectivo y el riesgo de infección. Cabe recordar a las organizaciones sanitarias nacionales e internacionales la existencia de dichos estudios en las primeras etapas de una crisis para evitar una comunicación equivocada.

La desinfección de los billetes ha lanzado un mensaje confuso

Cuando los medios comenzaron a informar de que algunos bancos centrales estaban desinfectando o poniendo en cuarentena los billetes levantaron la sospecha entre los consumidores de que los billetes estaban contaminados.

Las notas de prensa y las declaraciones son más importantes que las entrevistas

En épocas de crisis − y sobre todo en sociedades altamente conectadas − es muy importante disponer de fuentes de información oficiales y fiables. Varios organismos sanitarios han hecho rotundas declaraciones en apoyo al efectivo, entre ellas, la OMS y el Robert Koch Institute. Sin embargo, solo aparecen en artículos o entrevistas en vez de estar publicadas en los sitios web de las instituciones. El caso de la OMS resulta especialmente preocupante, ya que algunos medios siguen citando el artículo de The Telegraph, mientras que otros se hacen eco de las aclaraciones.

El ciclo del efectivo ha demostrado su resiliencia

A pesar de que las circunstancias son especialmente difíciles e inéditas, el suministro de efectivo se ha garantizado durante la pandemia. En muchos países, los gobiernos han incluido la distribución de efectivo como una parte de los sectores de infraestructuras críticas que deben seguir operando para garantizar tanto la salud y la protección de la población como la seguridad nacional.

 

 

 

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