Grupos que representan a los sectores del dinero, de los cajeros automáticos, del transporte y de la seguridad instan a los gobiernos, a los bancos centrales, a los medios de comunicación, a las empresas y a la sociedad a defender al efectivo para proteger la resistencia del ecosistema de pagos existente y garantizar que los grupos vulnerables no se vean privados del único medio de pago que tienen a su disposición.