“No hay nada que indique que los billetes y las monedas supongan un riesgo de infección por coronavirus. El coronavirus causante de la Covid-19 se propaga fundamentalmente por medio de la tos o de estornudos, o a través de un contacto estrecho con alguien ya infectado”, afirma el Riksbank en su declaración.
El 1 de enero entró en vigor una nueva ley que obliga a los bancos a ofrecer un nivel adecuado de servicios de efectivo. La ley ha sido diseñada para proteger a las personas más frágiles, como los ancianos, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los habitantes de las zonas rurales y aquellos que no dispongan de acceso a los pagos digitales. La intención del gobierno era garantizar que seguiría siendo posible disponer de efectivo y pagar en metálico incluso en la Suecia rural.
El Riksbank se suma así a otros bancos centrales, entre ellos, el Deutsche Bundesbank alemán, el Banco de Canadá, el Banco Central de Luxemburgo y el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, que han declarado que los billetes y las monedas no plantean un riesgo de infección particular para el público.
En Finlandia, Päivi Heikkinen, Directora del Departamento del Sistema de Pagos, afirma en un blog que “Estudios anteriores indican que el riesgo de transmisión viral a través de los billetes de banco es muy bajo”. En su opinión, “el efectivo puede utilizarse como de costumbre durante la pandemia del coronavirus”, y hace hincapié en que el distanciamiento social y el lavado de manos son importantes medidas de protección para uno mismo y para el personal de los comercios.