La iniciativa Italia Cashless ofrecía un reembolso automático del 10% de las arcas del estado italiano a los ciudadanos que realizaban compras con tarjetas o aplicación para teléfonos inteligentes. La iniciativa incluyó un mecanismo de lotería con premios para los compradores con el mayor número de transacciones. El gobierno anterior liderado por Giuseppe Conte había destinado €1.75 mil millones de euros al esquema para 2021 y €3 mil millones para el año siguiente.
El Banco Central Europeo (BCE) había sido crítico con el plan y argumentó que el gobierno italiano debería haberlo consultado. En su último día en el cargo en el Comité Ejecutivo del BCE, Yves Mersch escribió al Ministro de Economía y Finanzas italiano el 14 de diciembre, enfatizando que “En este contexto, el BCE considera que la introducción de un programa de devolución de efectivo para los medios de pago electrónicos es es desproporcionado a la luz del impacto potencialmente adverso en el sistema de pagos en efectivo que podría tener dicho mecanismo y porque socava el objetivo de tener un enfoque neutral para los diferentes medios de pago disponibles.”
El BCE también recordó al gobierno italiano su “obligación de consultar al BCE en el futuro cuando corresponda”.
No obstante, el Tesoro italiano siguió adelante con el plan y agregó que la opinión del BCE no era vinculante. “Los comentarios formales hechos por Mersch no parecen estar justificados”, dijo el Tesoro según Reuters.
El Gobierno de Mario Draghi descartó la iniciativa desde el 30 de junio, argumentando que la política estaba mal diseñada y favorecía a los hogares más ricos con menos propensión a gastar, según informó Reuters. Inicialmente, el programa estaba programado para durar hasta junio de 2022.
Además, si bien la medida inicialmente tenía como objetivo reducir la evasión fiscal, los críticos han informado que el progrmaa ha alentado a los usuarios a dividir una sola compra en múltiples pagos para inflar el número de transacciones y alcanzar el umbral de reembolso. Esto había obligado al gobierno a excluir las micro transacciones del programa.
Según The Local, unos 7.85 millones de personas se han inscrito en el programa y 5.89 millones han calificado para un reembolso de hasta €150, es decir, menos del 10% de la población.
Sin duda, la eliminación de la campaña Cashless Italia debería verse como una señal positiva hacia un ecosistema de pagos justo e inclusivo. Sin embargo, Italia, y muchos otros países, continúan imponiendo límites a los pagos en efectivo y los umbrales se han reducido con el tiempo. El 1 de julio de 2020, el límite se redujo de €3,000 a €2,000, y se reducirá a €1,000 a partir del 1 de enero de 2022. Ya es hora de que se eliminen también estos límites.
La firma de Mario Draghi está presente en miles de millones de billetes en euros como ex presidente del Banco Central Europeo.