Según los datos del banco central, la moneda en circulación en Argentina incrementó en 165 000 millones de pesos entre el 7 de marzo y el 7 de abril. Esta cifra representa una tasa de crecimiento del 14 % en el último mes o del 62 % durante el pasado año. Los medios de comunicación informan de que las políticas de confinamiento han provocado que las familias retiren niveles récord de efectivo. Una de las principales preocupaciones del banco central era garantizar el reabastecimiento de los cajeros automáticos, especialmente durante el puente de Semana Santa.
En Australia, el Banco de la Reserva ha señalado en su Informe de la situación financiera que las retiradas de efectivo en servicio de ventanilla de los bancos aumentaron en la segunda quincena de marzo, puesto que algunos clientes con saldos elevados trataban de disponer de fondos como medida de precaución. Entre ellos, un número reducido de clientes retiró fuertes sumas de dinero (más de 100 000 USD y, en algunos casos, hasta millones). El Banco de la Reserva trabajó estrechamente con los grandes bancos y los proveedores de transporte de fondos para garantizar que las sucursales dispusieran de suficientes reservas de efectivo.
El Sydney Morning Herald informó el 9 de abril de que “los australianos no solo acumularon papel higiénico y latas de tomate a medida que la pandemia del coronavirus se propagaba por todo el país durante el mes pasado., también comenzaron a acumular efectivo”.
En la zona euro, el valor de los billetes de euros en circulación ha registrado su mayor aumento desde la crisis financiera de 2008, según los nuevos datos publicados por el Banco Central Europeo. Durante el mes de marzo, el valor de los billetes en circulación aumentó en 36 000 millones de EUR hasta marcar máximos históricos de 1 314 000 millones de EUR. Esta cifra representa un incremento interanual del 8 % y su mayor subida desde octubre de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers.
Un tercio del crecimiento se concentró en la denominación de 200 euros, lo que indica un aumento de la demanda de efectivo como reserva de valor. No obstante, también han aumentado las denominaciones más pequeñas, algo que no resulta lógico, ya que muchos medios han informado de que los consumidores ahora prefieren los pagos digitales y sin contacto, especialmente por el temor a que los billetes puedan contribuir a la propagación del virus.
¿Podrían los consumidores estar aplicando la ley de Gresham, bautizada con el nombre del financiero Sir Thomas Gresham (1519-1579)? La ley dice que "la moneda mala expulsa del mercado a la buena". Dicho de otro modo: la gente prefiere gastar la "moneda mala", en nuestro caso, las tarjetas sin contacto, y apuesta por ahorrar la "moneda buena", es decir, los billetes y las monedas.
En los Estados Unidos, la moneda en circulación creció en más de 70 000 millones de dólares entre el 3 de marzo y el 1 de abril, hasta alcanzar los 1 876 millones de dólares, lo que supone un incremento del 4 %. Esta cifra supera el pico registrado tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.