El 8 de noviembre de 2016, el primer ministro de la India, Narendra Modi, anunció que todos los billetes de 500 y 1,000 rupias -el 86% del valor en efectivo en circulación- perderían su curso legal a medianoche. Esta medida repentina paralizó por completo la economía, ya que la gente se pasó días haciendo cola en bancos y cajeros automáticos para canjear sus antiguos billetes “sin valor” y depositarlos en una cuenta bancaria.
Los objetivos principales de la política eran incorporar el dinero usado en la economía informal a la formal y detectar billetes falsos. Sin embargo, el Banco de la Reserva de la India informó en su informe anual de 2016-2017 de que el 98.8 % de los billetes sin valor se devolvieron diligentemente al banco, lo que pone un serio interrogante sobre la eficacia de la desmonetización para eliminar el dinero no contabilizado.
Utilizando datos de transacciones de una gran cadena minorista que vende artículos de gran valor, los autores del informe -Yewon Kim, de la Stanford Graduate School for Business; Pradeep Chintagujta, de la University of Chicago Booth School of Business, y Bhavesh Pareek, del Indian Institute of Management Bangalore- documentan empíricamente cómo los hogares como consumidores evitaron o minimizaron los costos inducidos por la política a través de transacciones estratégicas en tiendas minoristas.
Los investigadores analizaron más de 7 millones de transacciones antes y después de la desmonetización. Observaron que, tras el anuncio de la desmonetización, muchos consumidores realizaron “devoluciones estratégicas”, comprando artículos con billetes que pronto se descatalogarían para devolverlos a cambio de billetes nuevos. Esto les permitió canjear sus billetes sin tener que acudir a un banco, donde se les habría exigido demostrar que habían pagado el impuesto sobre la renta a partir de una determinada cantidad. En algunas de las tiendas del minorista, las devoluciones aumentaron casi un 300% en los días posteriores a la desmonetización.
Kim, Chintagujta y Pareek también descubrieron que los compradores adquirieron artículos que normalmente no habrían comprado. Algunas tiendas registraron un aumento de las ventas del 40% el día en que se anunció la desmonetización. Otros consumidores adelantaron las compras previstas o cambiaron el pago a efectivo para gastar sus billetes de 500 y 1,000 rupias.
Los autores extrapolaron sus estimaciones a todo el mercado minorista. Utilizando métodos conservadores, llegaron a la conclusión de que los consumidores indios habían conseguido sustraer al sistema fiscal 1.5 mil millones de dólares utilizando las transacciones minoristas en su beneficio. Al final, la cadena minorista también salió ganando. Los beneficios del aumento de las ventas compensaron los coste\os de procesar las devoluciones y cambiar la moneda antigua por nueva.
“En el contexto de la desmonetización en la India, estos comportamientos estratégicos de los consumidores tuvieron un impacto significativo, contrario al objetivo de la política, y beneficiaron tanto a los hogares como a la cadena minorista. Nuestro hallazgo subraya la importancia de un diseño cuidadoso de las políticas que incorpore la posibilidad de consecuencias imprevistas debidas al comportamiento de los consumidores a nivel minorista. Observamos que, con la reforma monetaria, los minoristas asumen (en parte) la función de instituciones financieras al aceptar billetes que pronto serán desmonetizados, así como al distribuir billetes legales en sus economías locales”, concluyen Kim, Chintagujta y Pareek.