En el momento en que la idea de una moneda digital emitida por los bancos centrales estaba cobrando impulso, los resultados de la última encuesta realizada por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), revela que los bancos centrales no tienen prisa por emitir la versión digital de su moneda.
El BPI, un foro mundial de bancos centrales, realizó un estudio en relación con el dinero electrónico en 63 bancos centrales que representan el 90 % de la producción económica mundial y un 80 % de la población mundial. Según indican los resultados, tan solo cinco bancos centrales están avanzando en proyectos piloto de dinero digital, mientras que el resto se ha mantenido cauto, y advierten a los inversores sobre los riesgos de las monedas digitales ante la posibilidad de perder dinero en criptomonedas “acuñadas” en el sector privado – como el BitcoinComúnmente se dice que el Bitcoin es una criptomoneda, un medio de intercambio digital desarrollado por un conjunto de autores anónimos bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, que comenzó a funcionar en 2009 como un proyecto comunitario (tipo Wikipedia), sin relación ni dependencia de ningún gobierno, estado, empresa u organismo, y cuyo valor (formado por un complicado sistema de algoritmos matemáticos y criptografía) no está respaldado por ningún banco o autoridad central. Los bitcoins... More – que ha resultado no estar exento de pérdidas.
Sin embargo, el riesgo no ha retrasado el proyecto de la corona digital, del Banco Central de Suecia (Riksbank) ni el proyecto Stella – una iniciativa conjunta entre el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón. Otros están siguiendo el ejemplo, como el programa piloto del Banco Central de Uruguay sobre billetes digitales, o el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá y la Autoridad Monetaria de Singapur que también tienen un proyecto conjunto.
Los funcionarios de bancos centrales recientemente plantearon la idea de Monedas digitales de bancos centrales (MDBC), e incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su directora gerente, Christine Lagarde, expresaron la posible función de los Estados en la emisión de moneda digital para abastecer de dinero a la economía digital. Mientras tanto, más del 85 % de los bancos centrales afirman que es improbable o muy improbable que emitan algún tipo de moneda digital en los próximos tres años, en tanto que tan solo un banco central respondió que era muy probable que emitiera la versión digital de su moneda en los próximos seis años, informa el BPI.
“A estas alturas, la mayoría de los bancos centrales parece tener más claros los desafíos de lanzar una MDBC, pero aún no están convencidos de que los beneficios sean superiores a los costes”, comentó el BPI.
Desde hace ya un tiempo, las monedas digitales han sido más que una mera invención de la imaginación. ¿Y para cuándo habrá de convertirse efectivamente en una realidad? No lo sabemos. Hasta entonces, podemos estar seguros de que el efectivo continúa siendo el salvavidas durante ciertas caídas digitales.