El BCE publica estadísticas todos los meses, y las últimas cifras disponibles son de febrero de 2020. El gráfico 1 muestra la evolución del valor de los billetes de banco en circulación entre diciembre de 2010 y febrero de 2020.
A lo largo de los últimos diez años, el dinero en efectivo en circulación ha experimentado un crecimiento continuo a una tasa de crecimiento anual compuesta del 4,41 %. La cantidad de billetes de 500 euros ha ido disminuyendo desde el año 2016, cuando el BCE anunció que dejaría de emitirlo. Pero todos los otros billetes han registrado un crecimiento.
El gráfico 2 muestra las tasas de crecimiento interanual de los billetes de banco en circulación entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, desglosadas por denominación.
2019: el año del billete de 200 euros
El crecimiento del efectivo en circulación se ha acelerado en los primeros meses de 2020 y ha pasado del 5 % en diciembre al 5,61 % en febrero. Esto es válido para todos los billetes, con excepción del de 500 euros, que ya no se emite, y el de 100 euros, que se ha mantenido estable. 2019 ha sido sin duda el año del billete de 200 euros, el cual registró un crecimiento del 61,4 %.
El impacto de la pandemia probablemente se notará a partir de marzo. El brote fue declarado como pandemia el 11 de marzo de 2020. Pero existen algunos indicios tempranos de los efectos que tendrá sobre la demanda de efectivo.
En Francia y en el Reino Unido se ha reducido el número de retiradas de efectivo de los cajeros automáticos
El Banco de Francia ha informado de que las retiradas de efectivo de los cajeros automáticos han disminuido entre un 30 y 50 %, dependiendo de la región, y explica que esta es una consecuencia lógica del confinamiento. En el Reino Unido, según el periódico The Guardian, el uso del efectivo se ha reducido a la mitad en pocos días, desde que las tiendas cerraron. El operador de la red de cajeros Link declaró el 24 de marzo que “como era de esperar, el uso de efectivo y de los cajeros automáticos por parte de los consumidores ha disminuido considerablemente (alrededor del 50 %) en los últimos días, y es probable que esta tendencia se mantenga a medida que la población siga las instrucciones del Primer Ministro de quedarse en casa”.
Alemania y los Estados Unidos almacenan más efectivo
En Alemania, por otro lado, las retiradas de efectivo han aumentado a más del doble, según el Financial Times. Como en otros países, también Alemania se ha constatado un fuerte incremento de los pagos sin efectivo, a pesar de que el Bundesbank fue uno de los primeros bancos centrales en asegurar que los billetes y las monedas no representan un riesgo de infección para el público. Sin embargo, para el Financial Times, los alemanes temen poder dejar de tener acceso a su dinero debido al confinamiento social y a la incertidumbre financiera como consecuencia de la pandemia.
Y en los Estados Unidos, los consumidores se apresuran a retirar dinero de los cajeros como reacción a la pandemia, según una encuesta publicada por MagnifyMoney. El informe indicó que el 28 % de los estadounidenses ha guardado efectivo frente a las inciertas perspectivas económicas de los próximos meses. Los jóvenes, las personas de mayores ingresos y los padres de hijos menores de 18 años serían los más propensos a retirar efectivo. Las personas que han guardado efectivo han dicho que esta actitud se debe primordialmente a tres factores: la posibilidad de cierre de los bancos, la comodidad de disponer de efectivo para casos de emergencia y el deseo de asegurarse el acceso a sus fondos. NPR confirma que los bancos registran un aumento de la retirada de efectivo y cita a Jelena McWilliams, Presidenta de la Federal Deposit Insurance Corp., la agencia estadounidense que protege las cuentas bancarias: "No lo guarde en el colchón. No acapare efectivo. Su dinero está más seguro en el banco". El New York Times indica que los billetes de mayor denominación experimentaron tal demanda que al menos una sucursal del Bank of America no pudo satisfacer el deseo de algunos clientes de retirar decenas de miles de dólares al mismo tiempo.
Todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto de esta crisis sobre la demanda de efectivo y si sus efectos serán de largo alcance. Pero estos primeros signos indican que probablemente se avecine un cambio radical.