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Las criptomonedas consumen más energía de lo previsto

Categorías : El efectivo es eficiente
January 15, 2021
Etiquetas : Bitcoin, Cryptocurrency, energía, huella medioambiental
A medida que el bitcoin alcanza nuevos récords, también se dispara su consumo de energía y aumenta su huella medioambiental.
Guillaume Lepecq

Chair, CashEssentials

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En 2020, el valor del bitcoin se disparó un 300 %

El 8 de enero, el valor del bitcoin, la principal criptomoneda del mundo, se situó por primera vez por encima de los 41 000 USD. Desde entonces ha perdido 10 000 USD en lo que ha sido un movimiento característico de la volatilidad. El precio del bitcoin se disparó un 300 % en 2020, al igual que otras muchas criptomonedas registraron un fuerte repunte en el precio. Ethereum, la segunda mayor criptomoneda, se apreció más de un 400 % el año pasado. La capitalización de mercado del bitcoin supera los 700 000 millones de USD.

Tipo de cambio BTC vs. USDFuente: Coindesk

 

Esta subida ha generado interés entre los especuladores e inversores que buscan beneficios rápidos en momentos de incertidumbre económica. En octubre, PayPal permitió a sus clientes tener bitcoins y otras monedas virtuales en sus monederos digitales, así como utilizarlas para pagar en los comercios que aceptaran operaciones con Paypal. No obstante, Andrew Bailey, Gobernador del Banco de Inglaterra, advirtió sobre el uso del bitcoin como método de pago. "Para ser sincero, es difícil ver que los bitcoins tengan lo que solemos llamar valor intrínseco", afirmó. Para después añadir: "Puede que tengan un valor extrínseco en el sentido de que la gente demanda esta moneda".

Independientemente de cómo se utilicen, los bitcoins consumen cada vez más energía. Sin una autoridad centralizada, la tecnología de cadena de bloques – la tecnología subyacente en la que se basa bitcoin – se apoya en un “mecanismo de consenso” para garantizar la confianza en toda la red. En el caso de los bitcoins, el consenso se ha alcanzado mediante un método llamado “prueba de trabajo”, en el que los ordenadores (o mineros) de la red compiten entre sí para resolver un complejo rompecabezas matemático. Una vez resuelto el rompecabezas, el último “bloque” de operaciones se aprueba y se añade a la “cadena” de operaciones. El primer minero que resuelva el rompecabezas recibe como premio nuevos bitcoins y comisiones por operaciones de red. La energía que utiliza la red de bitcoin es, por consiguiente, tanto un elemento de seguridad como un efecto colateral, al depender del poder de computación cada vez mayor de los mineros que compiten para validar operaciones a través de la prueba de trabajo.

El consumo eléctrico equivaldría al de toda Bélgica.

En 2017 se estimó que una sola operación de bitcoin necesitaría la misma energía que el consumo semanal de un hogar norteamericano medio. Tres años más tarde, la demanda energética es tres veces superior, lo que plantea un grave problema debido a su impacto en el calentamiento global. Un nuevo estudio de Alex de Vries, experto en cadena de bloques en PwC y fundador de Digiconomist.net, señala que una estimación conservadora del consumo eléctrico anual del bitcoin sería de 87,1 TWh a fecha de septiembre de 2019, lo que equivale al consumo energético de un país como Bélgica.

El sitio web de Digiconomist incluye un índice de consumo energético del bitcoin con datos en tiempo real sobre el consumo energético estimado y el impacto medioambiental. Según el estudio, se estima que la huella de una única operación de bitcoin genera más de 300 kg de CO2 (kilos equivalentes de dióxido de carbono) y necesita 633 kWh de electricidad o el equivalente al consumo eléctrico de un hogar estadounidense durante 21 días.

Fuente: digiconomist.net

La insuficiente eficiencia energética del bitcoin

Los criptomineros vigilan cuidadosamente el coste de la electricidad, ya que constituye alrededor del 60 % de sus costes de explotación. En consecuencia, se han establecido en países que ofrecen electricidad a costes reducidos y – no necesariamente – bajas emisiones, que además tienen temperaturas bajas (en ambientes más fríos se necesita menos electricidad para enfriar los servidores). China sigue siendo el principal eje, pero países como Canadá, Islandia, Georgia, Suecia y Estados Unidos cada vez atraen a más empresas. De Vries concluye que “cuanto mayor es la rentabilidad de la minería, más facilita que los participantes del mercado tomen decisiones que resulten en una eficiencia energética insuficiente de la red de bitcoin.” También es importante darse cuenta de que bitcoin es solo una criptomoneda entre muchas y que todas ellas consumen electricidad y producen una huella de carbono.


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