Cuando la coalición militar liderada por Estados Unidos tomó el control de Afganistán en 2001, los talibanes saquearon los bancos comerciales, las sucursales y la sede de Da Afghanistan Bank (DAB), el banco central del país. Los talibanes robaron alrededor de USD6 millones en reservas de efectivo del DAB, según indican los informes de prensa.
Reuters y Al Jazeera han analizado los estados financieros del DAB de 2020 para evaluar cuánto dinero en efectivo podría haber caído en manos de los talibanes. En diciembre de 2020,
Sin embargo, la mayor parte de los activos del DAB y los créditos en divisas están depositados en la Reserva Federal de Nueva York (USD7 mil millones, según el ex gobernador del DAB, Ajmal Ahmady), el Banco de Pagos Internacionales y otras instituciones internacionales. “Podemos decir que los fondos accesibles para los talibanes son quizás el 0.1-0.2% del total de las reservas internacionales de Afganistán. No es mucho”, dijo Ahmady.
Poco después de la caída de Kabul, Afganistán empezó a quedar aislado del sistema financiero mundial.
“Los talibanes se deshicieron de Estados Unidos, pero no del dólar”, escribió Daniel Moos, columnista de opinión de Bloomberg.
El 18 de agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que bloquearía el acceso de Afganistán a los activos de reserva internacionales. El FMI había aprobado recientemente una inyección de liquidez de USD650 mil millones en forma de derechos especiales de giro (DEG) que sus países miembros pueden canjear por dinero en efectivo para pagar la deuda o financiar el gasto sanitario de la pandemia.
Afganistán habría recibido unos USD460 million en DEG en proporción a su participación en el PIB mundial. Sin embargo, al existir “una falta de claridad […] en cuanto al reconocimiento de un gobierno en Afganistán, […] el país no puede acceder a los DEG ni a otros recursos del FMI”, dijo Gerry Rice, portavoz del FMI. Afganistán se une a Myanmar y Venezuela como países que reciben pero no pueden utilizar los DEG.
El repentino cese de los envíos de divisas en efectivo y de los flujos de ayuda externa y la escasez de divisas han provocado una grave escasez de efectivo, similar a lo ocurrido en Myanmar tras el golpe militar. “La gente que tiene ahorros en moneda local, el afgani, se apresurará a cambiarlos por dólares. Si no encuentran dólares, tratarán de cambiar sus afganis por bienes. Los precios subirán aún más”, dijo Ed Dolan, del Centro Niskanen.
“El afgani ha sido defendido por aviones literalmente cargados de dólares estadounidenses que aterrizan en Kabul con mucha regularidad, a veces semanalmente. Si los talibanes no reciben pronto inyecciones de dinero en efectivo para defender el afgani, existe el riesgo real de una devaluación de la moneda que dificulte la compra de pan en las calles de Kabul para la gente común”, dijo Graeme Smith, investigador del Instituto de Desarrollo de Ultramar ( Overseas Development Institute).
Además, el DAB bajo los talibanes no puede abastecerse rápidamente de efectivo y preservar la integridad de la oferta de dinero físico. Según Ahmady, el “DAB no imprime su propia moneda: el DAB suele recibir afganis producidos por empresas especializadas en el extranjero. El banco esperaba recibir en agosto 2 mil millones de afganis en billetes de baja denominación de una empresa polaca. También había firmado un contrato con una empresa francesa para el suministro de otros 100 mil millones de afganis para el año siguiente. Estoy relativamente seguro de que estas entregas no podrán realizarse”.
La devaluación de la moneda se ha acelerado desde el 11 de agosto (véase el Gráfico 1). Esto acabará traduciéndose en una mayor inflación, dado el alto nivel de importaciones del país (como en Líbano). “Esto perjudicará a los pobres al aumentar los precios de los alimentos”, tuiteó Ahmady.
Gráfico 1. Tipo de cambio del afgani al contado (spot), enero-septiembre de 2021 (AFN/USD)
Es posible que el respaldo financiero de China o Rusia no pueda mitigar los problemas de liquidez de Afganistán, dado el papel del dólar estadounidense como sostén del comercio y las finanzas mundiales. Sin embargo, “dada la base agraria y descentralizada de la actividad económica en Afganistán, el modelo económico [de los talibanes] ha demostrado su capacidad para capear las sanciones y el acceso limitado a los mercados/recursos financieros formales”, afirmó Robert Kahn, director de estrategia global del Eurasia Group.
“Hay un enorme riesgo para el pueblo afgano en este momento”, dijo Josh Lipsky, director del Centro de GeoEconomía del Atlantic Council. Según el Inspector General Especial de Estados Unidos para la Reconstrucción de Afganistán, casi la mitad de los afganos necesitaron asistencia humanitaria en 2021. “A corto plazo, es potencialmente catastrófico”, dijo Justin Sandefur, investigador principal del Center for Global Development.
“Los afganos son muy complicados. Y es muy difícil convencerles de que la moneda digital existe. […] Tengo planes para enseñar a la gente sobre la criptodivisa en el futuro… pero por ahora, la gente se mantiene al margen y espera a ver qué pasa”. – Farhan Hotak, inversionista de criptomonedas.
Al igual que Turquía y otros países que experimentan devaluación de su moneda y aceleración de la inflación, una pequeña parte del público afgano ha recurrido a la compra y venta de criptomonedas. Según Chainanalysis, Afganistán es el 20º de 154 países en términos de adopción global de cripto.
Janey Gak, criptoevangelista, tiene algunos de sus ahorros en bitcoinComúnmente se dice que el Bitcoin es una criptomoneda, un medio de intercambio digital desarrollado por un conjunto de autores anónimos bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, que comenzó a funcionar en 2009 como un proyecto comunitario (tipo Wikipedia), sin relación ni dependencia de ningún gobierno, estado, empresa u organismo, y cuyo valor (formado por un complicado sistema de algoritmos matemáticos y criptografía) no está respaldado por ningún banco o autoridad central. Los bitcoins... More: “No comercio, no hago nada de eso. Sólo gano algo de dinero aquí y allá y lo guardo en bitcoin”. Sin embargo, “sin electricidad y con un internet malo, el comercio de criptomonedas es casi imposible”, dijo Farhan Hotak, de 22 años, un inversionista de criptomonedas y vlogger.
Queda por ver si el régimen talibán puede “ser capaz de operar únicamente a través de los mercados de criptodivisas”, afirma Izabella Kaminska, de FT Alphaville. Gak tuiteó recientemente que el régimen talibán “no [debe] unirse a la ONU ni permitir que sus agencias operen en el país, no pedir nunca dinero prestado y adoptar un estándar bitcoin” para ser “un estado verdaderamente soberano”.