En marzo de 2022, CashEssentials participó en una conversación sobre la resiliencia del efectivo en México durante la Semana Mundial del Dinero, una iniciativa de la OCDE para promover la educación financiera.
Ph.D. in U.S. History, Columbia University in the City of New York
Post-Doctoral Researcher in Global Correspondent Banking, 1870-2000 – Mexico and South America, University of Oxford
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La Semana Mundial del Dinero (Global Money Week) es una campaña mundial anual sobre la educación financiera para lograr el bienestar financiero. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) organiza la campaña desde 2012. La iniciativa de este año se realizó del 21 al 27 de marzo, con el lema “Construye tu futuro, sé inteligente con el dinero” (“Build your future, be smart about money”). Bancos centrales, bancos, empresas financieras, asociaciones industriales, organismos gubernamentales, universidades, museos, fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro se sumaron a la iniciativa en todo el mundo.
El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), una universidad pública de la Ciudad de México, organizó una conversación sobre el dinero en efectivo y su capacidad de recuperación para la Semana Mundial del Dinero. Gustavo del Ángel, profesor de economía del CIDE, moderó la conversación. Fernando Gutiérrez, periodista de El Economista, cubrió el evento.
Efectivo: Un Enfoque Empírico
Manuel Bautista, colaborador de CashEssentials, hizo unas breves observaciones sobre la resistencia del efectivo. Bautista se basó en el trabajo “Cash Essentials – Beyond Payments” y en “La transformación en el uso de efectivo y pagos digitales durante la pandemia de la COVID-19”, un artículo escrito conjuntamente con Bernardo Bátiz-Lazo e Ignacio González Correa y publicado en la revista Papeles de Economía Española.
El efectivo en circulación creció en México durante la pandemia de Covid-19. Como en la mayoría de los países del mundo, el aumento de la demanda preventiva de efectivo por parte del público compensó con creces la caída de la demanda transaccional de billetes y monedas por parte de los consumidores.
Durante las crisis, la gente demanda efectivo debido a la mayor incertidumbre. Los mexicanos utilizaron menos los cajeros automáticos durante la pandemia, pero siguieron retirando el mismo o más efectivo que antes. La mayor parte del crecimiento se produjo en los billetes de alta denominación.
El efectivo es resistente porque 1) es universal, 2) da confianza, 3) es eficiente y 4) es un instrumento de cohesión social.
La mayoría de los mexicanos prefieren usar efectivo en pagos al menudeo. Lo hacían antes de la pandemia, y el efectivo seguirá siendo dominante después. Empresas tecnológicas como Uber y Amazon han tenido que implementar soluciones de pago en efectivo para incluir a los usuarios que no están dispuestos a pagar con tarjetas de débito y crédito.
Los consumidores en México no han adoptado el Cobro Digital (CoDi) del Banco de México. Esta solución de pago instantáneo no se desarrolló en torno al usuario, lo que retrasó su aceptación, limitó su crecimiento a escala y provocó una débil dependencia de la trayectoria en su uso y adopción.
Hay que preguntarse si la adopción acelerada de los pagos digitales es deseable, ya que su infraestructura es vulnerable a las catástrofesnaturales o a los fallos humanos, como el hacking (piratería) o ciberataques.
Visa y Mastercard han conservado su poder de mercado y su dominio sobre las redes de pago. Los ingresos de los procesadores de pagos cayeron durante la pandemia. Los medios de comunicación no deberían adoptar con entusiasmo su agenda contra el efectivo.
Efectivo e Instituciones
Sara Castellanos, investigadora principal del Banco de México, dijo que el efectivo es el medio de pago por excelencia. Un marco institucional lo diferencia de otros instrumentos de pago. El efectivo cumple todas las funciones del dinero: sirve como medio de pago, depósito de valor y unidad de cuenta; también tiene curso legal. Según Castellanos, estos elementos otorgan al efectivo un poder adquisitivo sin igual frente a otras alternativas.
El banco central mexicano lleva mucho tiempo trabajando en el desarrollo de alternativas seguras al efectivo, como el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) y el CoDi.
Las innovaciones en materia de pagos digitales, como las criptomonedas y la tecnología blockchain (libro mayor distribuido), ofrecen muchas promesas. Las criptomonedas surgieron tras la crisis financiera mundial de 2008, cuando muchos temían que las fuertes expansiones monetarias crearan una inflación que erosionara el valor del dinero.
Sin embargo, muchos reguladores se han dado cuenta de que los pagos digitales aún no pueden cumplir estas promesas. Los criptoactivos requieren una fuerte protección del usuario, ya que se comportan como activos financieros con rendimientos variables en lugar de servir como medios de pago.
Para que una solución de pago tenga éxito, la gente debe acostumbrarse a ella para que le resulte difícil abandonarla. Los usuarios más jóvenes lideran el camino, como demostró M-Pesa en Kenia.
Las empresas de tarjetas de crédito saben desde hace tiempo que la adopción de instrumentos de pago se acelera con las recompensas.
Los comentarios de Sara Castellanos no reflejan las posiciones oficiales del Banco de México sobre los temas tratados.
Efectivo y Ciencias del Comportamiento
Ana Laura Martínez, profesora de políticas públicas del CIDE, afirmó que el dinero es un producto de la sociedad. Nuestros hábitos monetarios reflejan valores personales y sociales. Martínez dijo que el predominio del efectivo en los pagos al menudeo refleja las costumbres sociales y la búsqueda de seguridad de los consumidores.
El uso del dinero en efectivo es emblemático de los hábitos y normas sociales que se mantienen por sí mismos. Una fuerte preferencia por el efectivo podría reflejar una aversión extrema al riesgo en medio de una gran incertidumbre. En la medida en que el mundo se ha vuelto más incierto, el efectivo aporta seguridad. Por el contrario, los pagos digitales pueden ser cómodos, pero generan incertidumbre.
Muchas personas de grupos vulnerables en México comenzaron a vender sus productos y servicios a través de Facebook y Whatsapp durante la pandemia de Covid-19. En las encuestas, estos vendedores informaron que preferían cobrar en efectivo, dada su desconfianza en los pagos digitales.
Los consumidores más vulnerables no pueden permitirse utilizar los nuevos canales de pago porque pueden presentar problemas e impedir los pagos inmediatos. El efectivo también ayuda a las personas a planificar y controlar sus presupuestos.
La adopción de los pagos digitales se enfrenta a cuellos de botella estructurales en economías con gran número de consumidores con ingresos variables y los numerosos riesgos que absorbe la población trabajadora a causa de la inestabilidad del mercado laboral. En estas economías, el uso de efectivo es una norma social.
Las soluciones de pago digital como CoDi carecen de campañas informativas, recompensas por el uso y acompañamiento del usuario. Este último era un elemento crítico que faltó en su lanzamiento. La gente pasa por una curva de aprendizaje para cambiar sus hábitos de pago. Los consumidores necesitan información, recompensas y premios, partes que faltan en la apuesta del Banco de México por CoDi.